Revista Anestesia

𝙴𝚕 𝚍𝚘𝚕𝚘𝚛 𝚜𝚎 𝚚𝚞𝚒𝚝𝚊 𝚌𝚘𝚗 𝚕𝚎𝚝𝚛𝚊𝚜

 Un umbral para la taiga

Tres poemas del libro Umbral para taiga

 

Autor: León Cuevas

Julio 2022

 

 

Jugando cartas con un átomo

 

 

En la quietud del espacio

sonó una extraña alarma

mostré la corrida en mi juego

una tirada más neutra,

el átomo iba aventajado,

en su núcleo estalló un conjunto

su suerte de naipes

se medía en materia y masa.

Perdí una apuesta en el vacío

mi destino un electrón

aposté todo implotando

y ante la unidad mínima

me extravié en su inmensidad.

 

 

 

 

 

 

Luz de manglar

 

Tiraste tus dados a uno

tu mayor apuesta echada

de un camino fragmentado

o caminando en fragmentos

tiraste tus dados

y tu suerte tirada

corriste con suerte

suerte de mayores

mayores deseos

movidas deseadas

deseaste perplejo

 

Fuiste manglar

cuando tus olas

no fueron dulces ni de sal

fuiste un eco bifurcado

ecosistema irrumpido

pulpa colada de frutas secas

al fondo de un sueño gaseoso

a mitad de una médula gris

 

 

Fuiste manglar

a versos de monzón

amante apasionado

de una selva sin aves

fuiste de corazón anfibio

de plomo transparente

de viento sólido

jugo de madera hirviendo

de abismos sutiles

donde emergen

torbellinos sopranos

sonoros precipicios

tornándose precipitados

 

Fuiste manglar

por querer desmembrar

del sol sus grietas

por licuar la fluorescencia

de tus mismos peces

levitaste sin volver

suspendido en el todo

vacío ruidoso

protestante apócrifo

un rumor con branquias

puesto a sombra solar

luz de gel

antimateria estrecha

de evolución en duda

ángel de tres alas

ser mitológico

condenado a la realidad

  

Fuiste manglar

cuando todo lo arrojaste a la nada

tus aspiraciones

vueltas turbulencia

hundidas e insaboras

 

Fuiste manglar

por prender un silencio inconcluso

Fuiste manglar

al concluir con pasado perfecto

Fuiste manglar

por silenciar luces del pasado

tu luz gélida

de agua concreta

pero corriente inacabada

tu luz de penumbras

a medio brillo

luz que no es de noche

ni de sol

ni de estrella

sino luz de manglar

como no tienes desemboque

yo jamás sabré

en qué parte del mundo

pueda salvarme

como no tienes inicio

no sabré en qué parte de tu esencia

tendrás el final.

 

 

 

 

 

 

Un festín del Serengueti

 

 

Tracé un mapa nuevo

arcaico y sin sentido

            lo tracé al borde de un espejo

            tal vez de un lago 

tal vez es solo

un mapa viejo, de

rasgos anónimos,

 de puntos callados,

            el mapa no me condujo

fui yo quien lo llevé arrastrando,

                        hay neblina en Serengueti hoy

            tanta que apenas

                        pueden figurarse

las estatuas de la fauna

pasé por varios templos

            que la memoria no me alcanza

para construirlos de nuevo 

            solamente plantar un columpio

a mitad de ellos,

            en una especie de la nada

entre vegetación tan espesa

            especies en la bruma

dejan olor circundante,

y se columpiarán a medias

las ánimas,

            en cada mecida

 ven el panorama

de su templo,

            África y Asia en su mirada,

                        hay mucha neblina esta tarde en Serengueti

                                               de día fue peor

                        tapa latitudes en mi mapa

            tapa los pasos y las retinas

tapa mientras más trazo

            los pliegues de los columpios

                        de cada templo en las sabanas

                                    de cada estatua,

bastó mucha neblina

que fue suficiente,

la cantidad justa

para  arruinar

el festín

que por mi muerte celebraban.

           

 

 

 

 

 

León Cuevas

 

Nacido en Pachuca, Hidalgo. Estudió Artes Visuales como carrera y tiempo después estudió en la Escuela de Escritores de SOGEM. Cursó la Maestría en Apreciación y Creación Literaria en Casa Lamm, donde ahora estudia el Doctorado en Investigación y Creación Literarias en el Área de Novela. Sus cuentos, reseñas literarias, entrevistas y poemas se han publicado en distintos medios de México, España y Suiza. Es autor de la obra teatral Las seis muertes de Ofelia (2016). Ilustrador y coautor de la novela Trampas, de Agustín Cadena (2018). Autor de los poemarios Sal de alacrán (2019), Escala en un NO lugar (2021) y Un umbral para la taiga (2022). Actualmente vive en Ciudad de México y es profesor en CEDART Luis Spota Saavedra. Pertenece al colectivo de poesía Tinta Verde.