De pronto tú recostada en un claro del bosque manjar sereno ¿Intacto? Tensé el arco y disparé sobre ti rápidas palabras red para cazar lo inasible. Pero ninguna letra fue salpicada por tu sangre: entre un adjetivo y otro saltaste más veloz que la luz de la flecha. Una vez más mi palabra no alcanzó a la Poesía.
Chocolate amargo
Quítame la envoltura.
No abras tus labios para hablar
sino para el goce.
Soy un chocolate amargo
y cuánto placer garantizo.
Tienes esposo, lo sé,
pero no tiene por qué enterarse;
con una barra en la boca
no podrás soltar palabras que te delaten.
No seas tímida, apaga la luz,
con pulgar e índice sostén mi cuerpo
y húndeme en tu pozo húmedo.
XXI
Después de veinte años
como agente viajero
me jubilé
por la gracia de los dioses.
Ahora, sea por justicia,
sea por la liberación femenina,
Penélope saldrá
a vender su cuerpo a los troyanos
o a cortarle un pantalón a Polifemo
o a limpiar las ventanas
en el templo de Afrodita.
Héctor Carreto
(Ciudad de México, 1953). Mereció el Premio de Poesía Aguascalientes en 2002 por Coliseo. La UNAM publicó su Poesía portátil. 1979-2006. Publicó, entre otros libros, ¿Volver a Ítaca?, Naturaleza muerta , La espada de San Jorge , Habitante de los parques públicos , Incubus , Antología desordenada , Coliseo y El poeta regañado por la musa, antología personal.