Tres poemas de Billy Collins
Traducido por R.E. Toledo
Autor: Billy Collins
Traducido por
R.E. Toledo
Octubre 2021
Selección del libro: El problema de la Poesía y Otros Poemas.
En ese momento
Era un día de junio, todo pasto y cielo,
del tipo que no te da otra opción
que desabotonarte la camisa
y sentarte afuera en una rugosa silla de madera
Y si un vaso de té helado y un volumen
de poesía del siglo diecisiete
con una pasta dura azul marino están disponibles,
entonces la imagen es difícil de mejorar.
Recuerdo que una mosca aterrizaba continuamente en mi muñeca,
y dos mariposas negras
con puntos rojos y blancos en las alas
volaban alrededor de mi cabeza en el aire brillante.
Podía sentir el día ofreciéndoseme,
y no quise nada más
que estar en el momento—pero ¿cuál momento?
No ese, ni ese, ni ese,
o cualquier otro de los que se precipitaban
parecía perfecto para mí.
Además, estaba demasiado atiborrado de preguntas
del pasado y su alto, evasivo hermano, el futuro.
¿En qué cementerio estarían los huesos de George Herbert?
¿Por qué había muerto tan joven la esposa de John Donne?
Y aun más presionado por
¿qué servirles a los gemelos vegetarianos
que vendrían para la cena esa tarde?
¿Quién hubiera sabido que traerían sus uvas?
Y ¿Por qué iba tan de prisa el conductor de esa camioneta
hacia las solitarias vías del tren?
Y así los preciosos momentos del día
fueron derrochados uno a uno—
o más precisamente a mil por hora—
por encrucijadas interrogantes sin sentido
Lo único que quería era ser un guisante
dentro de la verde vaina del tiempo.
pero eso no sucedería hoy,
tenía que admitirlo
al cerrarle el libro en la cara
a Thomas Treherne y regresar a casa
donde prendí la llama bajo la cacerola
llena de huevos rojos flotando,
y, mientras se cocían bajo sus burbujas,
me miré en un pequeño espejo ovalado cerca del fregadero
para ver si ese loco cristal
tenía algo especial que decirme hoy.
Temas
Es un día soleado a principios de mayo
y después de medio sándwich de jamón
y una botella de cerveza fría en la terraza de ladrillos,
me consume el deseo
de añadir algo
a uno de los temas ancestrales—
la juventud danza con los ojos cerrados,
por ejemplo
a las sombras de la corrupción y la muerte,
o al esplendor y la decadencia de hombres ilustres
atados a la rueda
giratoria del infortunio y el desastre.
Hay una brisa suave,
solo la suficiente para doblar
los tallos de los tulipanes amarillos,
pero eso apenas me ayuda
a resonar la nostálgica inmortalidad
a pesar de la fuerza devastadora del tiempo,
o el motivo doloroso
del regreso cíclico de la Naturaleza
contra la carrera ciega del hombre hacia la tumba.
Podría soltarme la camisa
y recostarme en el pasto suave,
dulce ahora recién cortado,
pero eso no produciría
un récord en la búsqueda
de la belleza eterna apolillada
o el desaliento que presencia
el babeo eventual
de la alguna vez borboteante fuente de la creatividad.
Por lo que a los grandes temas se refiere,
eso parece dejar solo
el caer de la madurez exuberante
hacía un declinar repentino y precipitante—
un tema que me llena de silencio
y no me deja otra opción
que pasar el resto del día
oliendo la enredadera del jazmín
y dejarme gobernar por el marfil
del piano al buscar
con mi dedo índice
las notas melodiosas de “Easy to Love”
una canción en la que Cole Porter muestra
con gran despreocupación
la desesperanza de un amor
rebosante de deseo
y ganas de cariño,
pero que solo se encuentra con un desprecio helado
Hora del Este
Se dice que, la poesía le habla a toda la gente,
pero aquí me gustaría dirigirme
sólo a aquellos en mi mismo horario
esta rebanada longitudinal
que va de un polo a otro polo nevado
bajando por el globo terráqueo
pasando de Montreal a Bogotá.
Queridos compañeros habitantes de esta singular sección,
sentados en sus muchas camas esta mañana—
el sol bajando por las ventanas
y proyectando una sombra en el reloj de sol—
consideremos a aquellos en otras zonas
que no pueden oír estas palabras
No se están enfundando en una bata de baño, como nosotros
ni puntualmente siguiendo el aroma del café.
Sino que se encuentran ya en sus trabajos
recargados en la copiadora,
clavando tachuelas en el marco de una casa.
No están tomando una vitamina, como nosotros
pero se están fumando un cigarrillo bajo la media luna,
o hasta brincando en una pista de baile,
o en este mismo memento metiéndose bajo las mantas,
jalando la cadenita de sus lámparas de noche.
Pero no somos como esos otros,
porque en este preciso momento en la faz de la tierra,
estamos parados bajo la regadera caliente
o estamos comiendo el desayuno,
considerado por las personas de todas las zonas
como el alimento más importante del día.
Más tarde, cuando sea un buen momento,
tal vez nos sentemos con el jefe,
lavaremos el coche, o haremos sobremesa alumbrados por velas,
pero ahora es hora de servir el jugo
y de voltear los huevos echándole un ojito al tostador.
Cortemos un plátano y abramos la mermelada,
levantemos nuestras cucharas rebozadas de leche,
y dejemos a otros que bajen la bandera
o se den vueltas absurdamente en la silla del barbero—
esas antípodas extrañas, siempre llegando tarde o temprano.
Celebremos a Sir Stanford Fleming,
el genio canadiense que se consagró
con estas líneas longitudinales de la tierra rotante.
Movámonos juntos por el resto del día
pasando de la luz a las sombras al unísono,
deslizándonos sobre la cresta del medio día
hacia el valle del atardecer
y luego, tomados de la mano, caigamos al profundísimo valle de la noche.
Billy Collins ha publicado ocho colecciones de poesía, incluyendo Questions About Angels, The Art of Drowning, Picnic, Lightning, Taking Off Emily Dickinson´s Clothes, Saling Alone Around the Room: New and Selected Poems, Nine Horses, The Trouble With Poetry and Other Poems, Ballistics y Horoscopes for the Dead. También ha sido el compilador de dos colecciones de poesía: Poetry 180: A Turning Back to Poetry y 180 more: Extraordinary Poems for Every Day y fue el editor invitado para la edición 2006 de Best American Poetry. Fue Poet Laurate de los Estados Unidos del 2001 al 2003. Es Profesor Distinguido en Lehman College, CUNY en la Ciudad de Nueva York. La poesía de Collins ha sido traducida a más de diez idiomas diferentes, pero irónicamente solo algunos poemas sueltos han sido traducidos al español y publicados en sitios web y blogs. Es esta entonces, la primera colección de poemas que es traducida en su totalidad.
R.E. Toledo es profesora de español en el Departamento de Literatura y Lenguas Modernas Extranjeras de la Universidad de Tennessee. Su poesía y cuentos han sido publicados en Letras femeninas, Label me Latino/a, Revista Estudios (ITAM) y numerosos blogs y revistas electrónicas. Sus primeras dos colecciones de poesía Pregonero despertar de voces (Abismos, 2013) y Azules sueños naranjas (miCielo, 2013) se publicaron en México en el 2013. Es coeditora de la antología de textos Bilingües-Biculturales Nos pasamos de la Raya/We crossed the line publicada en mayo del 2015. Actualmente esta preparando el segundo volumen de Nos pasamos de la Raya/We crossed the line, y su tercera colección de poesía Vacíos/Hollow.