Tímido amor
Por Sandra Ávila
16 Julio 2020
¿Alguna vez te preguntaste qué cosas hiciste por amor? Y recordé mil años atrás, el año que cursé el primer año de la escuela secundaria, me enamoré de un chico, él tenía 15 años y yo esa temporada justamente en vacaciones de invierno había cumplido catorce, para mí era un galán de telenovelas, todas las chicas morían por él. Javier acostumbraba a masticar chicle, tenía la hilera de dientes bien blancos y parejitos, el pelito cortito era muy charlatán, y usaba arito.
La escuela no era demasiado grande, pero el mismo pasillo te conectaba para ir al kiosco, las aulas, los baños y el patio asique era muy lógico cruzármelo en angostos pasillos de la escuela. En el recreo la mayoría de las veces lo veía desde mi ventana del salón, no me gustaba salir al patio, pero prefería observar cómo se distraían los demás. Él estaba en segundo año y coquetea con todas las chicas lindas de mi salón, solían conversar y reírse, pero a mí ni me registraba. Recuerdo que cuando pasaba cerca suyo ni siquiera me saludaba, pero yo sentía mariposas en el estómago, mi corazón latía muy acelerado, como si estuviera en una maratón o en la clase de Educación física. Aquello fue un amor inocente y genuino, él nunca me dio su saludo.
De casualidad los sábados y domingos lo veía bajar en la parada del colectivo cuando volvía de la cancha con la camiseta de Chicago rallas verdes y negras, yo en esa época tenia afinidad por Boca Juniors porque toda mi familia lo era, pero enseguida me pase al otro bando, me compré una pulserita de los mismos colores, me daba gusto saber que él podría alguna vez aunque sea de lejos ver la pulsera de sus colores.