Tania Martínez Suérez / Festival de Poesía por el Agua
Autora: Tania Martínez Suárez
Marzo 2024
Paradigmas del agua
I Así nacen las palabras
Las palabras son de agua
algunas manan cristalinas
O se tornan mentiras
Son agua estancada que se pudre
II Datos científicos
Estoy hecha de agua
no es sólo una perspectiva poética
es un postulado biológico
hasta el 75% del cuerpo de los seres humanos está compuesto por moléculas de agua
Y yo que pensé que mis lagrimas eran solo melancolía
Que mi sudor provenía del espacio
Yo que pensé que un río se me desbordaba de vez en vez
Que genuinamente un entramado de mis personalidades asomaba con mi llanto.
III Piscis es destino
No hay elemento natural alguno en el cual me sienta más cómoda que en el agua
Quizá sea porque mi signo zodiacal es piscis
porque soy llorona
o porque cuando me sumerjo en lo profundo de mis pensamientos
Siento que floto como cuando un naufrago está punto de morir
El agua resarce mis labios secos
Fruto prohibido que escurre entre mis manos
Con la cualidad del humo
Desvanecerse sin dejar rastro.
IV Una se acostumbra a las tormentas
Nunca me sentí más aliviada que cuando el vendaval me cayó encima
Pese a la tormenta permanecí incolumne
Estoy acostumbraba a los chubascos, al chipi chipi de Xalapa
A la lluvia que azota de repente y se va más sigilosa que cuando apareció
Pero si una tromba te cae encima y no te mata
Nada lo hará
El mundo deja de doler
Aprendes que todo se lava
Después de la lluvia todos quedamos relucientes
Con aroma a petricor y una oportunidad de hacer distinto las cosas.
V Al miocardio
Fue repentino
tenía 26 años cuando mi mamá murió
pero si me lo preguntan, nunca me sentí tan pequeña y desprotegida como ese día
después de su sepelio pase un mes alojada en una densa bruma
mi cabeza era un atado de recuerdos y reclamos
y la lluvia salía por mis ojos a la mejor provocación
exactamente al cumplir un mes de su deceso volví a la que era mi casa
esa ciudad que ha sido mi bastión muchos años
yo me hice aquí y volví porque no había para mi otro lugar
llegué a la central de autobuses y decidí caminar hacia la casa que rentaba
Juro que cayó un diluvio
Las gotas eran pesadas
Calientes y regordetas patinaban en mis brazos desnudos
Camine durante horas
Me perdí entre los ríos que eran calles y cuerpos de agua
Eso hace un mal drenaje y construir una ciudad en una cuneta
Casi al llegar me encontré a un buen amigo
al contarle lo sucedido me decía ¿Qué haces aquí?
Vuelve con tu familia
Cuando mi madre murió, también lo hizo una parte de mi
No podía regresar a vivir a una casa que ya no me pertenecia.
VI
En ese momento no podía pensar con claridad
Tenía 26 años cuando mi mama murió