Por eso del confinamiento…
Por Lorena Avelar
16 Octubre 2020
Reniego
Reniego de todo:
Olvido los nombres de las cosas
que oprimen la garganta,
los látigos con sangre;
el abrazo extasiado que dejan los amantes.
Olvido las palabras, el carácter
Se paralizan las horas,
la luz de las mañanas entrantes,
locas,
vacías de transeúntes.
Los corazones rotos
sumidos en los taxis
las paredes de sombras negras,
las nubes
continuas y faltantes.
Bajo mis botas
Deja que llueva
y el mundo se humedezca
gris profundo.
El muro sin color sabe de historias,
de perros, muertes y derrotas.
La sangre en la ciudad abre las puertas,
el llanto y el hedor cierra las tumbas.
Que no pare de llover
bajo mis botas.
Fastidio
Todas las cocinas son iguales;
la terraza, la sala, el pasillo,
los nombres.
Perpetuas son las horas,
los instantes,
Eternos los sonidos de las camas.
Absurdos los andares de las tardes;
el hierro que emiten las campanas,
y las noches parecidas al fastidio
de la cara.