Autora: Venus Ixchel Mejía (Honduras)

Marzo 2025

 

 

 

El hijo que no tuvimos

 

                                            “Los hijos que no tuvimos

                                        Se esconden en las cloacas”.

                                                          Luis Eduardo Aute

 

El hijo que no tuvimos

sigue tocando en el vientre

arpegios de lana

mientras Saint-Saëns desde el reproductor filtra

mi pétrea mampostería.

 

Fármacos vigilan mis pasos hacia el armario

donde escondo la primavera.

 

El hijo que no tuvimos

no pudo estudiar música, ni alquimia,

pero se sienta a la mesa

a la espera de su porción de nostalgia.

 

Abro puertas hacia la redención,

recorro vultúridas avenidas.

Pongo en mi bolso

territorios insalvables

y busco llaves de mi casa.

 

Envío correos a la noche,

escurro letras

en el ordenador que es curtiembre

y delirio.

No se acaba el día

si no escucho su lamento de nudo ciego.

 

El hijo que no tuvimos

nunca tuvo nombre,

ni sitio en la madrugada

para desangrar el silencio.

 

Hijo nuestro,

pirausta de lágrima iluminada,

melodía no cantada,

te bautizo con el último beso

de la esperanza.

 

***

 

 

Árboles

 

En esta ciudad de latidos,

los árboles han sido encarcelados

con barrotes de concreto.

 

Desde mi ventana 

veo sus ramas tratando de alcanzar 

un temblor de espejo que encierra 

el viento dormido.

 

Por eso, 

conservo todavía el retrato de sus hojas 

en una hora suspendida;

y duermo sobre el filo de un puñal 

hasta que se agota la noche.

 

 

 ***

 

 

El asilo mantiene su pacto con el insomnio,

no suelta la aldaba de las horas.

 

En el principio estaba el instante.

Frente a él, todo parecía eterno.

Luego ocurrió la caída del día,

aves del desvelo hoy someten el aire.

 

Para entonces, yo estaba en contienda con aquella

penumbra.

los pájaros escucharon mi celo y me hicieron su

concubina.

Ahora estoy contagiada de esporas de vidrio que

bajan por mis entrañas.

 

Es tiempo de abandonar este asilo que fue mi casa.

Se quedan sus cuerpos en trance, sus vientres

eclipsados de gusanos,

se quedan mis años al filo del instante

con la estatura mineral del llanto.

Venus Ixchel Mejía

 

Tegucigalpa, Honduras, 1979. Poeta, narradora, editora y docente. Licenciada en Letras por la UNAH y Máster en Lengua y Literatura Hispánica por la UNAN-León. Cofundadora de la Editorial Ixchel en 2012 y Solsticio Ediciones 2024. Catedrática en la Universidad Nacional Autónoma de Honduras. Ganadora del primer lugar en el certamen de narrativa breve: “Julio César Anariba” 2017. Su obra ha sido parcialmente traducida al inglés, francés, italiano, tamil, mandarín y garífuna.

 

Publicaciones: Poesía: Ad Líbitum, Editorial Ixchel, 2012; Venus [in] Victa, Editorial Ixchel, 2016; Manifiesto de la Mujer Lobo, Goblin, 2018; Asilo de pájaros, Malpaso/Ixchel, 2022; Talasofilia, BGR, España, 2023; Entelequias, Cölmenart, Costa Rica, 2023; La muerte a tres calles de la memoria, Vocálibus, México, 2024.