Revista Anestesia

𝙴𝚕 𝚍𝚘𝚕𝚘𝚛 𝚜𝚎 𝚚𝚞𝚒𝚝𝚊 𝚌𝚘𝚗 𝚕𝚎𝚝𝚛𝚊𝚜

Poemas de Ulises Granados

Autor: Ulises Paniagua

Abril 2022

 

 

¿Por qué nadie me lo dijo? Debo haber parecido un idiota

 

 

Recién me entero

que el tiempo y el espacio están

profundamente ligados

y que a cada lugar corresponde un momento,

tanto como a cada tiempo un sitio.

Todo ha pasado, sí, pero ¿dónde?

Existe aquello, pero ¿cuándo?

Recién me entero,

tal vez unos cuantos miles de kilómetros atrás

en la órbita de este cuerpo celeste lo supe,

aunque ya lo sospechaba,

dado que aquí, en este mundo,

existen los armarios,

los diarios y los cementerios,

dado que todavía siento cariño

cuando transito por algunos libros y su espacio

en los estantes del librero, por canciones y sonidos

y por los sitios donde pude oírlos.

Este día que transcurre delante de mí,

esta luz solar que atraviesa la cortina,

este olor a café y estas sábanas frescas:

todo lo que está aquí por ahora

y que no había sido

de repente me parece una sorpresa

que automáticamente, con el paso del tiempo,

se arrumba al fondo de alguna bodega universal.

Todavía no ha ocurrido tal,

sólo porque no hay aún donde suceda

y lo sucedido ya no está

ni estamos donde sea que haya sucedido.

Ya le haremos un lugarcito a nuestros planes.

Ya le haremos un espacio a nuestras memorias.

 

* * *

 

 

Tema y variaciones

 

 

Yo iba a ser buenísimo, pero me lastimé la rodilla.

Yo iba a ser el mejor en muchas cosas, pero me lastimé todas mis rodillas.

Después de todo, no iba a ser el mejor en tantas cosas, porque, verán, sólo tengo dos rodillas.

¿Qué podría pasarle a mis rodillas si mis vecinos tratan peor las suyas y no les va tan mal?

Si mis rodillas no fueran tan débiles, hubiera sido el mejor en cualquier cosa.

Qué cosas: si tan solo uno supiera de antemano que el corazón también tiene rodillas.

Las rodillas eran más fuertes en tiempos de mis abuelos, definitivamente. Ya no las hacen como antes.

Si tuvieras la mitad de rodillas que aquel, otra cosa sería.

Habría que aconsejar: enamórate de quien tenga mejores rodillas que tú, no comas donde te arrodillas, Dios los arrodilla y ellos se juntan.

Es nuestro deber heredar mejores rodillas a futuras generaciones.

 

 

* * *

 

 

Sísifos

 

Brindo desde mi habitación;

desde el confinamiento.

Desde la única verdad que he aprendido

que es continuar.

 

Aline Doníz, La pureza de la luz.

 

I

 

No ha dejado de llover

Al menos desde que recuerdo

ha llovido incesantemente

Más de una vez

mientras caía la lluvia sobre el tránsito estancado

de las avenidas principales de la ciudad

salí a pie de su territorio empapado

y la vi perderse en la distancia

como tantas otras cosas

que he tratado de olvidar

La vi regar las tumbas de miles de desconocidos

mientras familiares y amigos

sembrábamos el cuerpo de mi padre

o de su padre

o de mi bisabuela

y ahí estaba la lluvia terca

regando sepulcros y cadáveres desconocidos

y sin embargo hasta el día de hoy

nada nuevo ha florecido

en esa tierra

La misma lluvia

que cae con insistencia sobre los mares

como hace siglos

como en otros tiempos

antes mucho antes de los barcos

y los portaaviones

porque ya antes

había llovido de manera semejante

en ese mismo sitio

Ya llovía desde antes de que yo naciera

Ya llovía desde antes de que mi hermano llegara al mundo

Y ciertamente antes de mis padres y de mis abuelos

otros habían escuchado hablar

de la vieja de la incesante lluvia

Esta vivienda existe a pesar de ella

estos caminos persisten a pesar de ella

Aquel hospital y esta escuela secundaria

han tolerado durante años el embate

de los aguaceros

Para contrarrestar sus efectos

existen cafeterías 24 horas en las carreteras

hoteles de paso cementerios y orfanatos

Porque no deja de llover

hay puentes y palapas

Porque no se anticipa un cambio significativo

existen los abrigos los paraguas y el cariño

No ha dejado de llover

así que se han desbordado ríos

se han derrumbado montes

desde antes que hubiera huertos

desde antes de la música y de las pinturas

Nadie hablaba aún

y ya llovía

en esta tierra

como llueve esta noche

sobre esta casa

donde escribo

 

 

II

 

 

Cada mañana escucho ladrar

a dos perros. Brincan de un lugar a otro

y apoyan con fuerza sus patas contra una

puerta de metal. Claramente,

tienen hambre.

Han pasado frío durante la noche.

Están inquietos.

Aquí dentro he pasado frío,

aquí dentro, también, tengo hambre cada mañana.

Pero han pasado algunos años desde que no brinco

de un lugar a otro. En cambio,

recién me levanto, preparo casi ritualmente

mi desayuno

antes de volver a mi habitación

y encender la computadora.

Escribo unas cuantas líneas y pienso

en reescribirlas. Divago. Borro y vuelvo a escribir,

como si brincara de un lugar a otro.

Y me pregunto si de vivir en otro espacio,

de no pasar frío por la noche

de no despertar cada mañana con hambre,

podríamos dejar de ladrar de una buena vez.

Probablemente no.

Con las patas contra la puerta de metal,

con hambre, esperando con ansiedad

que pase el frío, ladramos.

Sueltos por el estacionamiento,

corriendo en algún parque, jugando a la pelota,

también ladramos. Satisfechas nuestras necesidades,

incluso felices, también ladramos.

Y, aquí, delante de la computadora,

escucho todas las mañanas

que todavía escribimos.

 

* * *

 

 

 

 

Apuntes sobre el fin del mundo

 

 

No habrá quien refute

ninguna, ni la más absurda

de las postulaciones:

la guerra nuclear, las enfermedades,

la revolución de las computadoras,

la invasión alienígena, la explosión solar,

el sueño del dios, la simulación,

la realidad virtual, el terremoto,

el meteorito y el tsunami,

la escasez de recursos.

Pero qué importa.

Si hubiera algún disconforme,

no sería el fin del mundo.

Llegado el día,

no habrá quien lea

los disparates conspiranoicos

ni las imaginerías anticipatorias

ni las parábolas moralinas.

Terminará el mundo,

no estaremos más en él.

Y el mundo continuará impasible,

sin saber que ha terminado.

Tal vez llueva.

Eso puede ser.

 

* * *

 

 

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Ulises Granados (Distrito Federal, 1984). Escritor, músico y repostero amateur. Ha publicado minificciones, poemas, ensayos y cuentos en revistas como F.I.L.M.E., Deletéreo, La liebre de fuego, Primera Página, Lee+, Mígala y Punto en línea. Desde 2009 elabora el blog Antología sin poesía (www.antologiasinpoesia.blogspot.com). Es guitarrista de la banda de rock swing Cotton’s desde 2010. En 2013, lanzaron Cotton’s, su primer EP, el cual reeditaron en 2016. Es practicante de jiu jitsu brasileño y judo.