Revista Anestesia

𝙴𝚕 𝚍𝚘𝚕𝚘𝚛 𝚜𝚎 𝚚𝚞𝚒𝚝𝚊 𝚌𝚘𝚗 𝚕𝚎𝚝𝚛𝚊𝚜

Poemas de Raúl Reyes Ramos

Tríptico plus para reconciliar las controvertidas voluntades

de los ritmos del corazón.

 

Autor:  Raúl Reyes Ramos

Febrero 2024

 

FECHA DE CADUCIDAD

 

Pequeña no pequeña, escucha,

No te angusties…no tanto.

Todo tiene fecha de caducidad.

El planeta, nuestra galaxia, esta fresca jícama rayada, la mayonesa, las horas del trabajo, otra tarde juntos, tu vida, la de todos.

Mejor sea quizá disfrutar estos besos.

Vivirlos y dejar al tiempo sus desdichas.

Todo tiene fecha de caducidad.

Lo lamento y no tanto…

Nada eterno fue, ni es, ni será.

Todo se encamina hacia universos necios de muerte y destrucción. 

Todo…

Excepto algún recuerdo de nosotros,

siendo un tanto felices, así como sin

darnos cuenta.  

 

 

 

CHAT EN TIEMPO REAL.

(LAS PALABRAS QUE SOMOS).

  1. Le dijo aquella mañana:

 

“Ya no es como antes. Este mundo de ahora confunde, duele, hace sombras”.

Ella respondió preguntando:

“¿Y antes no dolía, ni había sombras, ni confusiones?”.

Y le sonrió mientras tomaba su mano.

 

 

 

  1. Ella reflexionaba ahora, a buena voz:

 

“Todo ocurrió de repente, así nada más, porque así es el destino. Estaba escrito. Nada somos contra él”.

Ahora era su turno…

El se acercó, pasó una mano por su espalda y soltó con enérgica suavidad:

“Somos todo porque seguimos en este juego.

Nosotros somos el destino. Somos tiempo permanente. Somos la vida. Somos tu y yo”.

 

 

 

COSMÓDROMO DE TARDES AZULES SIN SERPIENTES

Pon tus ojos ahora en estas nuevas manos, ya no tenemos prisas ni serpientes.

Deja que tus ojos me hablen,

ellos me reconocerán al no reconocerme.

Pon lo que puedas en una tarde de té.

Ya no tenemos prisas ni serpientes.

Somos afortunados de tenernos.

Afortunados somos, sobrevivientes somos,

                          eternos.

Somos para todas nuestras vidas

para todas nuestras edades

para todos nuestros planetas compartidos -incluso con delfines o sin ellos-.

Nuevos mundos resultan muy difíciles de encontrar

más complicados de explicar

casi imposibles de entender.

Dame un poco de tus ojos,

llegué a casa, es un crucial momento.

Dame un poco de tus ojos, de tus palabras, de tu jardín…

esta vez sabré cuidarlos mejor

aprenderé a cuidarlos mejor.