Poemas de Oriana Zawadi Hernandez Rocha
Agosto 2024
Autora: Oriana Zawadi Hernandez Rocha,
PIEL DE CHOCOLATE
Mi piel de chocolate negro, que ha trabajado tanto en este continente sangriento, ha estado presente sobre el alma de un pueblo, experimentando cicatrices producto del latigazo eterno.
De un lugar no tan lejano llegó trayendo con ella no sólo dolor sino también amor, cubriendo el cuerpo de esos que construyeron la nación, la cual fue maltratada hasta dejarla en su mínima expresión.
De los barcos traficantes bajó para poder asignarle un valor, del cual dependía del vigor de lo que cubriera bajo su manto protector. Transportada al campo del dolor, refugio encontró, con otros seres también cubiertos bajo su calor.
Era maltratada bajo el extenuante sol del Ecuador, por las doce horas que pasaba en el calor abrazador. No solo era eso, sino el dolor por el castigo que recibía si el alma cometía una supuesta equivocación.
Su presencia entre otras mantas traía indignación, criticándola por ser tan oscura en su expresión, a pesar de que siempre brillaba con total esplendor.
Negada fue por las almas que protegió, fue la fuerza de muchos para seguir una tradición, de amor a su cultura que otro le arrebató. Hoy se encuentra persistente cubriendo mi ser, demostrándome que no importa que tan oscura sea, ella siempre brilla con total esplendidez.
LA TEJEDORA
En los telares de la realidad, se encuentran marionetas sintiendo sus días pasar, cada marioneta tiene un diferente telar, unos más gruesos que otros o coloridos para cierta objetividad.
Cada marioneta vive en un lugar, situado en alguno de los planetas que el universo da, cumpliendo de escenario para montar el show de la realidad.
Las marionetas andan sin cesar viviendo cada una su papel principal, muchas en la monotonía guiada por lo creado en la sociedad, y viviendo dificultades creadas cada despertar. Las marionetas presentan dificultades de verdad, muchas veces pensando que el tejedor las puede resolver al final, pero no se dan cuenta que muchas
dificultades son creadas no por cómo ven el telar, sino cómo lo interpretan al entrelazar
Olvidan que cada hilo hace parte del telar, cada uno son situaciones que expresa la marioneta al andar, formando tejidos que forman la vida en la cual están. A Veces las marionetas piensan que los nudos son creados por el tejedor principal, sin embargo, no saben el poder que tienen en el telar, pues son ellos los que pueden mover los hilos para formar su propia realidad.
EL PADRE TIEMPO
En el desierto seco estoy buscando el reloj del tiempo, lleno de granos de arena que representan milenios, cuya posesión te da el poder de dominar cada momento en tu universo.
Para llegar a ese preciado anhelo, debo llegar al templo del padre tiempo, escondido en el centro del desierto, donde no estoy sola y hay otros seres buscando lo que quiero.
Avanzo corriendo con mis pies hundidos en albero, cuando hay otros encima de camellos llegando cada vez más lejos.
La temperatura sube y baja con tormentas de arena que nublan la mirada, con el sol más candente que sonríe desde el alba, aunque llega la noche y puedes apreciar los puntos brillantes de lugares distantes, junto a la sonriente luna menguante.
Camino sin cesar hasta el centro del lugar, pero vi algo más impresionante de verdad, no había un templo del tiempo sino varios en realidad, uno hecho de diamantes junto a otro de cristal, otro de rubies junto que al de oro esta, todos aquellos donde todos los seres quieren llegar.
Vi un castillo majestuoso en realidad, que lleno de hermosas flores esta, con fuentes cristalinas de agua para tomar junto al canto de las aves al volar.
Entré al hermoso templo floral donde en el centro estaba el reloj de arena temporal, junto al aviso de que el dueño lo vería en el agua de cristal, y al tomar lo que tanto deseaba en realidad, solo observé mi reflejo en el espejo de cristal, y volteé el reloj de arena y todo volvió a comenzar.
EL COMPAÑERO
Frío sentimiento que aborda mi ser, no solo impide que entre mi calidez, sino que revolotea en el estómago de Túnez, hasta dejarlo sin que más contener. Camina libre por las calles, siempre vestido elegante y brillante, sin importar la ocasión, está acosando a todo el que se le pase, bajo lluvia o sol radiante, su trabajo nunca queda distante.
No tiene lugar de origen, solo viene y va, sin camino detallado, que le diga que destino tomar. Pensamos que no tiene amigos, pero en verdad ellos siempre están, nos presenta su amigo la duda, y acompañado siempre por la soledad está.
Creemos que es joven, pero desde inicio de los tiempos esta, atormentando a los más grandes reyes, hasta los que no tienen nada que dar, hartándose de las riquezas que su accionar da, en la vida de los seres que claman su ausencia hasta el final.
Va al lado de cada uno de nosotros, sea en la pubertad, adultez o sensible despertar, pero nos preguntamos siempre en que etapa él nos tocará. ¿Buscamos siempre
entender cuál es su punto final, pero puedes adivinar que es en realidad?, te presento el miedo tu aliado o enemigo, al final tu escoges la posición que él tomará en tu andar.
Mi nombre es Oriana Zawadi Hernandez Rocha, nací en Cartagena de Indias el 9 de junio del 2004, soy estudiante de Química en la Universidad de Los Andes. Desde niña he sido muy curiosa y he disfrutado del aprendizaje, en el colegio me sentí atraída por la escritura y la lectura, aunque inicialmente no entendía la poesía. Sin embargo, antes de cumplir 17 años escribí un poema para expresar mis sentimientos sobre los cambios que estaba experimentando, y a partir de ese momento comencé a cultivar mi gusto no solo por la poesía sino también por otros géneros como la nóvela. Actualmente tengo un poemario de 45 poemas esperando ser publicado.