Revista Anestesia

𝙴𝚕 𝚍𝚘𝚕𝚘𝚛 𝚜𝚎 𝚚𝚞𝚒𝚝𝚊 𝚌𝚘𝚗 𝚕𝚎𝚝𝚛𝚊𝚜

Poemas de Alfredo Pérez Alencart

Autor: Alfredo Pérez Alencart 

Noviembre 2021

 

 

 

RESIEMBRA DE DON DIEGO DE CASTILLA,

ESTUDIANTE MEXICANO

Y RECTOR DE SALAMANCA

 

 

A Carmen Ruiz Barrionuevo, amiga

 

 

El árbol del regreso crece en el trasiego

que muerde orillas y confines

con huellas o acentos, o vetas precursoras

de la relojería del mestizaje, de hembras

embarazadas, de varones de amor dulce

o deseos extraviados, de diamantes, de carbonería,

de discursos de quien no inventa su origen

porque su mundo desborda sensualidad

ante el ajado pergamino de Europa.

¿Qué rúbricas firmaban las nubes que por mil

quinientos setenta y uno cubrían

el espacio de este suelo?

En la Universidad, un joven limpiaba

su capa para vivir de otra manera,

para ser magnífico y excelentísimo,

para que su voz proyecte un sentimiento,

un eco de la Nueva España, unos verbos

rezumando la trashumancia del castellano.

Don Diego, llegado en el galeón de Acapulco,

guardaba intacta la lumbre de los sueños,

el imperio de la sangre amotinada

junto a las bellas cicatrices del delirio.

Pero un once de noviembre, un domingo

de San Martín, vencidos aquellos consiliarios

que al canónigo de Ávila querían,

su balanza de afectos se inclinó a Salamanca,

al polen de la creación universal, al enclave

de libros de versos y astronomía, al reino

de Vesalio, Petrus Apianus y Copérnico.

Fue entonces lo de Fray Luis con la Inquisición…

(2002, inédito en libro)

 

 

 

SOL DE VERANO  

 

A Jacqueline

 

 

Yo desaprovecho el sol, pero mi amada

disfruta y eso basta para que me apreste a zigzaguear

otro verano incandescente.

Oh temperatura que inflamas para desprender inviernos,

¡regálame al menos una brisa junto al río,

un tierno aliento que reanime mi cuerpo acalorado!

En el estío todo mi yo se colapsa hasta en las sombras,

mi intimidad da pasos inciertos, gatea, huye del sol,

pero es el tiempo feliz de mi amada

y eso basta para que cuente las horas que faltan

hasta la noche de un otro idilio, punto feliz

para el festejo que Dios ordena sin postergar deseos

ni al interior de nuestros sueños.

Cae el verano sobre esta meseta, ofrece

hermosas señales que entusiasman a las gentes, fiestas

vis a vis, celebraciones que recomienzan

por todo un horizonte que poco duerme en este tiempo.

Oh nubes que fluyen a intervalos, ¡edificadme

al menos un techo donde guarecerme

de los invictos relumbres de este sol que mucho

se señorea sobre la piel de mi amada y eso basta!

Con la noche de San Juan principian días abiertos

a nieblas tempranas y a un sol amante

de acariciarlo todo: se descuelga para dar

más que tibieza de súbito en la cara y a la densidad

del aire que nos deja sin camisa.

Se cortan los trigos y tras ello florece

la convivencia, el júbilo, el agasajo…

¡El sol me derrumba, pero disfruta mi amada,

y eso basta!

(2009, inédito)

 

Alfredo Pérez Alencart (Puerto Maldonado, Perú, 1962). Poeta peruano-español y profesor de la Universidad de Salamanca desde 1987. Fue secretario de la Cátedra de Poética Fray Luis de León de la Universidad Pontificia de Salamanca (entre 1992 y 1998), y es director, desde 1998, de los Encuentros de Poetas Iberoamericanos que organiza la Fundación Salamanca Ciudad de Cultura y Saberes. Poemarios suyos publicados son:  La voluntad enhechizada (2001); Madre Selva (2002); Ofrendas al tercer hijo de Amparo Bidon (2003); Pájaros bajo la piel del alma (2006); Hombres trabajando (2007); Cristo del Alma (2009); Estación de las tormentas (2009); Savia de las Antípodas (2009); Aquí hago justicia (2010); Cartografía de las revelaciones (2011); Margens de um mundo ou Mosaico Lusitano (2011); Prontuario de Infinito (2012); La piedra en la lengua (2013); Memorial  de Tierraverde (2014); Los éxodos, los exilios (2015), El pie en el estribo (2016); Ante el mar, callé (2017) y Barro del Paraíso (2919). Su poesía ha sido parcialmente traducida a cincuenta idiomas y ha recibido, por el conjunto de su obra, el Premio Internacional de Poesía Vicente Gerbasi (Venezuela, 2009), el Premio Jorge Guillén de Poesía (España, 2012), el Premio Humberto Peregrino (Brasil, 2015), el Premio Andrés Quintanilla Buey (España, 2017) y la Medalla Mihai Eminescu (Rumanía, 2017), entre otros.