Revista Anestesia

𝙴𝚕 𝚍𝚘𝚕𝚘𝚛 𝚜𝚎 𝚚𝚞𝚒𝚝𝚊 𝚌𝚘𝚗 𝚕𝚎𝚝𝚛𝚊𝚜

La Rial Academia

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Por Herles Velasco

16 Noviembre 2020

Hablar de castellano “correcto e incorrecto” es más difícil de definir de lo que pensamos. Por supuesto, hay reglas que tienen la intención de facilitar la comunicación entre los hablantes de una lengua, pero nada más. Llama la atención que pareciera que hay por ahí una obsesión permanente por denostar como se habla en ciertos lugares. Dicen, quienes no saben, que en Colombia es donde mejor se habla la lengua castellana, los que sí saben afirman que eso no es más que un mito y que en general el español que hablamos aquí y allá es, digamos, un español de calidad. Cuando se trata de regiones, ya sea continentales o dentro de un país, no es que se hable mal este nuestro hermoso idioma, sino que la lengua adopta y se adapta a ciertas características que lo hacen particular, con un sabor único.

Hay una historia con tintes entre lo mítico y lo cómico que involucra a una región particular de nuestro país: La Frailesca, compuesta por cinco municipios chiapanecos.

Cuentan por ahí que un miembro de la Real Academia Española llegó a la conclusión de que en esta parte del país es donde se habla el peor español no sólo de México sino del mundo. ¿Cómo tomaron tal aseveración los habitantes de aquella mítica región? Como debe tomarse todo señalamiento de tal magnitud realizado por un intelectual de la academia: con humor.

Lo que los cuadriculados intelectuales (de ser cierta la anécdota) vieron como una deficiencia, los pobladores de la Frailesca lo vieron más bien como una riqueza, una oportunidad. Lejos de sentirse menos, los frailescanos crearon una especie de afrenta a la máxima institución de la lengua castellana, con resultados, al menos, muy simpáticos. Y es que a partir de entonces algunos pobladores se organizaron y formaron la Rial Academia Frailescana, que busca no corregir, sino sobre todo preservar y fomentar el habla de aquella región.

En 2001, en el marco de la quinta reunión de los académicos chiapanecos, se presentó el Diccionario de la Rial Academia de la Lengua Frailescana; una sustanciosa recopilación de la riqueza en la expresión oral y escrita de la Frailesca.

Pero ¿de qué va el diccionario exactamente? le dejo aquí algunos ejemplos sobresalientes tomados directamente de la fuente:

Aruñar.- Es lo mismo que arañar pero con u, por eso se entiende como masaje erótico de un masoquista o forma de peliá de los mampo. Según nosotro, es mejor con u, porque en la acción participan las uñas, no las arañas.

Coyoliar.- Movimiento del ojo coqueto.

Dejalo’sta.- Expresión muy utilizada equivalente al “let it be” de Inglaterra.

Escurana.- Lugar donde llevabas a la novia pa’enseñarle tu reló fosforecente.

Mujeraje.- Conjunto de mujeres reunidas para solazarse en el chisme o pa’ce mitin político.

Ñudo.- Más apretado que el nudo.

Pozol.- Bebida refrescante altamente energética, que se toma antes de la siesta.

Tuturutu.- Parte frontal y basal del pescuezo que se acciona cuando miras botana.

Uuuhres.- Voz gutural de ligero acento fantasmal que denota un largo período de tiempo –mientras más “us” se pone más tiempo es.

            Zangarriar.- Acción de sacudí con el ánimo de que caiga algo.

 

Como puede advertir, estimado lector, lo que sobresale del diccionario frailescano es la picardía, es al mismo tiempo una parodia a la academia y (aunque la Rial lo niegue) un documento sociológico en toda forma. Desgraciadamente encontrar el diccionario, en físico, no es fácil, pero si alguna vez a Chiapas, particularmente a la región frailescana de Villaflores, bien podría conseguir alguna copia en papel. Hay, por supuesto, algunas versiones en línea. Écheles un ojo.

herles@escueladeescritoresdemexico.com