Revista Anestesia

𝙴𝚕 𝚍𝚘𝚕𝚘𝚛 𝚜𝚎 𝚚𝚞𝚒𝚝𝚊 𝚌𝚘𝚗 𝚕𝚎𝚝𝚛𝚊𝚜

La Flor de Valencia

LADERA ESTE

Por Samuel Ronzón

Enero 2024

 

Un año más en sequía de filósofo, querido lector; una posibilidad más, por decirlo así, escuchando el silencio, por donde corre el silente muro, que es el único amigo que me queda. Nada ha cambiado de un mes a otro. Una lengua de arcilla siempre es luminosa hasta la más oscura, al golpear el agua de la lluvia.

Contra todo pronóstico, la noche ha sido honda, como cuando se pierden los trenes en las trasnochadas calles. Nocturna madriguera que convierte a la cabeza en madriguera de un recuerdo creíble; igual que una sombra se vuelve nuestra imagen, en esta suerte de madriguera-abanico.

¿Qué quiere decir el poeta cuando escribe que el sueño lo domina? Sabemos que uno es la sombra enlazada a su esqueleto; y también un corazón ardiendo en la niebla. No conozco otro paraíso con las jacarandas en flor, esperándonos, desde el umbral de la vida doméstica, donde no hay nada de qué avergonzarse.

Debajo de los cuerpos que pasan, múltiples espejos abren balcones al mar, con las palabras nacidas para contener a los sonidos, dando extraños nombres a las cosas. Y sin embargo, hay quien pide un solo nombre para cuanto vuela, al no tener qué llevarse al corazón. Son los que escriben solo para decir que fueron jóvenes.

No acabo de entender al mundo que dejo, si hubo años en que amanecía en Nueva York o en Mumbai; en Palm Springs o Londres, sin que hubiera un nido en mi garganta. No es una queja: estoy del lado de los poetas que fracasan un poco, al igual que alguien espera que la luz baje de un pie escondido, para salir de este tiempo de ciega.

¿Para qué tanto pedazo de tierra sacrificado? La vida no es más que una nube pasajera. Pero uno es de los que van a la montaña, cuando la montaña no llega a uno. Tal vez este sea el reino azul de las hojas secas que deleita con sus enigmas. Seguro que en estos meses me seducirá el que no soy. No tardará el sol en ser agua en esta punzante geografía.

Pero: ¿de qué debe informar Ladera Este? Supongo, como diría Ezra Pound, la noticia está en el contenido, en lo que sucede en el contenido, antes de quedar sin brazos por el texto que uno debe de escribir; o perder el ojo izquierdo por descifrar lo estrictamente importante y no, por ejemplo, el color de los calcetines del pianista que desafina en una nota.

Bueno fiel lector, quizás algún día, esta columna sirva para dar a conocer los más sucios secretos garabatos que en la Flor de Valencia, juntos con los Florvalencianos, no pude encontrar, y que la Revista Anestesia hace suya cada mes, en un intento por entender algo del peregrinaje de los que van de paso.

Finalmente, ¿qué es más importante: la sombra o la presa? Ya sabemos que el poeta es un cazador certero a la hora de abatir a su presa; y que la poesía se nutre de todo. Por eso, es mejor empezar de nuevo. Vaya mi primer recuerdo del año para mi padre, que no murió ahogado por el agua acumulada en sus pulmones.