Te encontré deslizando entre las mesas tu labia cantaba imprudencia, niña obtenías risas de tus proezas y un diente que te invitaba a la riña
En tu comparsa bailabas marinos melifluos movimientos de tus brazos que ingenuos creían ser capitanes sin saber que eran unos simples náufragos
Jamás te atraparán con ademanes Ni te congelarán bajo una cruz A ti que emanas pensamientos-Luz A ti que no te detienen las rocas A ti que marchitas y das tu vida A todo con lo que tus dedos tocas Te versa la bruja, hechicera y druida hasta quien hace un escrito de una sí la ba
Diosa infinita Diosa y madre Diosa celeste Diosa fluida ¡Diosa de nadie!
Tu haber es destrucción de lo constante borras la huella de todo “ideal” formas con acciones a lo real siempre vas en un zigzagueo andante
Me enamoré de ti… perdóname
Dedico mis alabanzas (y como recompensa) me permito observarte en el horizonte buscando una palabra en aquello que aún no tiene nombre
Ericka Zapata
Poeta y cuentista. Estudió el XVIII Diplomado en Creación Literaria del INBAL y ha participado en el taller La pluma crece en la palma de la mano. C. a. Dra. en Ciencias Físicas. Ganadora del IV concurso de cuento la página Historias de Cuento. Obra publicada en Antología Generación XVIII, Revista Cósmica Fanzine, Revista Inéditos. Su obra se centra en el dolor callado, la urbanidad y la diversidad.