Revista Anestesia

𝙴𝚕 𝚍𝚘𝚕𝚘𝚛 𝚜𝚎 𝚚𝚞𝚒𝚝𝚊 𝚌𝚘𝚗 𝚕𝚎𝚝𝚛𝚊𝚜

En el pozo de mis ojos

Autora: Mariana Bernárdez.
Agosto 2021

 

 

En el pozo de mis ojos. México: Ediciones Papeles Privados, 2015

 

Pasa la lluvia y el aire transparenta

Recito el verso de Espronceda

Asia a un lado, al otro Europa,

y Estambul brota en fuente y caudal

desde la bruma del Bósforo

 

¿Recuerdas Las encantadas de Pierre Loty?

dentro del libro hay algunas postales

la Mezquita Azul

Santa Sofía

el Topkapi

y el Palacio hundido

con su bosque de columnas

y la cabeza de Medusa amparando su fatalidad

 

Leías ciertos fragmentos en voz alta

frente al mar de Mazatlán

Quién hubiera adivinado la gloria de lo irrepetible

y el hallazgo reiterado en esta tarde de julio

de saber que el tiempo sólo ha sido un deseo

mientras tú paseas deslumbrante

por los puestos del Gran Bazar

y unos zarcillos en enjambre

te arrancan un guiño

y la confusión de sus destellos

te incita a poseer un cuerpo como beber la lumbre

y de ese rastro la letra quemada

                                    el libro de fuego

                                    y la ceniza de Pentecostés

                                    en ráfaga de viento impetuoso

 

Así el silbo

 

y la vida…

 

 

Duermo al cobijo de Melville

¿será el trance la búsqueda del Leviatán

o eras tú el capitán Ahab?

 

Lo cierto es que en el techo de la habitación

se leía Call me Ishmael

y detrás de su reverberación afloraba el ámbar

de la fotografía familiar intocada por la guerra

de rostros aún no arañados por la inmisericordia

 

y ahora sólo queda en el pozo de mis ojos

la sal de su nombre

y un golpe seco

en el diafragma

a mitad de la noche

que me alerta del azar y sus maniobras

santo y seña de un ángel encumbrado

en el contrafuerte de un hotel de Praga

figura que habrá de desgranarse en destello

en un museo de Buda

en el pretil de un edificio de Pest

en el sol incandescente de Mérida y Cádiz

en el olor a jazmín del barrio de la Santa Cruz

y ante la anchura de Cacela Velha

 

 

vestigios de una nostalgia incapaz de hilar

salvo la isla del escorzo insaciable

en la audacia feroz del sobreviviente

 

—Huimos en los vagones de carbón

—Papá era médico del barco Príncipe de Asturias

que naufragó cerca de las costas de Brasil

su título estaba firmado por Alfonso XIII

 

Tengo miedo de que se me quiebre la memoria

de que por la rajadura se escape su río

y se deslave lo vivido y se vaya en canturreo

por los adoquines de las calles de la Medina

 

Te conté que en la Plaza de las Cruces

cantaba una mujer por bulerías

 

¿Eras tú quien deambulaba entre las ruinas de Al-zahra?

 

Se me deshilan los pronombres en el nocturno de la letra

en la nitidez de la Selva Lacandona y los Montes Azules

 

Sólo el silencio lava la luz del olvido

Y las cuentas del komboloi corren como chinillas

acicateadas por los cascos de caballos en galope de viento.

 

 

 

 

 

Mariana Bernárdez, poeta y ensayista, realizó estudios de posgrado en Letras Modernas y en Filosofía; imparte seminarios y talleres en diversas instituciones bajo el área de “poesía y conocimiento”, su obra ha sido traducida al inglés, catalán, portugués, italiano, rumano y griego.

Entre sus títulos de poesía recientes se encuentran Nervadura del relámpago, 2013, (reeditado en 2019). Escríbeme en los ojos, 2013; traducido al portugués por Nuno Júdice, Lisboa, 2015. En el pozo de mis ojos, 2015. Aliento, 2017, traducido al portugués por Nuno Júdice, Lisboa, 2018; y Rumor de niebla, 2020.