Revista Anestesia

𝙴𝚕 𝚍𝚘𝚕𝚘𝚛 𝚜𝚎 𝚚𝚞𝚒𝚝𝚊 𝚌𝚘𝚗 𝚕𝚎𝚝𝚛𝚊𝚜

El arte según Jigoko Kano

Por Byron Ramírez 

Marzo 2021

 

 

GUSTO ADQUIRIDO

a Dennis Ávila

 

Tarde o temprano,

todos le empezamos a tomar gusto

a esta manía de hacer origami con hojas secas.

 

(Entropías, 2018)

 

 

 

 

 

EL ARTE SEGÚN JIGORO KANO

 

No se debe sacar el pez de la profundidad del agua.

Lao Tsé

A Juan G. Segura

 

 

Lo primero es el desplazamiento,

no desprenderse demasiado de la superficie

en la que se camina,

sino más bien fluir por el espacio

como la Gran Serpiente,

dando forma a las montañas.

 

Lo siguiente es la postura.

El pecho siempre erguido,

las manos firmes, sujetadas a uke,

intentando adivinar cada uno de sus gestos.

 

    Las manos son nuestros ojos.

    Los pies son otras manos.

    -No olvidarse de esto-

    Las manos son nuestros ojos,

    nuestros oídos, nuestra brújula.

 

Algo más es cierto: Para poder cruzar un río

primero se debe experimentar el agua.

 

Asimismo, antes de avanzar,

es primordial profundizar en la caída;

romper la tensión del suelo con las palmas,

conocer el escalofrío de ese golpe

que atrapa el sonido con su inercia

 

y el vértigo de reconocerse en lo que cae,

para luego adueñarse del equilibrio,

como el arce se adueña de la tierra

extendiéndose en raíces.

 

Más adelante llegan los dones

        y todo lo demás:

el ceder para vencer,

la memoria del instinto,

la sabiduría de esa rama que,

inclinándose ante el viento,

se sabe segura, protegida,

aun durante la tormenta.

 

 

(Inédito)

 

 

 

 

 

 

HABLABAS DE LAS MOSCAS

 

Tus palabras llevaban las venas abiertas

de algún verano en Nibiru,

el fuego del sur

y el llanto pueril de una Electra liberada.

 

Recuerdo tu constancia,

esa paz con la que convencías a los otros

a creer en tus ocurrencias.

Tu cabello dibujando mandalas

sobre los tres lunares de tu pecho:

única señal de Dios sobre la tierra.

 

Todo lo demás era del mundo y no importaba.

La poesía ya había logrado

sacarnos los ojos hace tiempo.

Y tú hablabas de las moscas,

como quien enciende la radio

para evitar que el silencio se apodere de las cosas.

 

Yo te escuchaba desde el otro lado de la habitación

intentando responder de dónde exactamente

reconocía el peligro de tu asalto.

De alguna forma,

me abracé a una espera sin respuesta.

 

Te juro que imaginaba a un pájaro estrellarse contra la ventana,

cuando entonces me llamaste

como si supieras de antemano

la historia de mi nombre:

la tumba alzada en Hucknall,

el beso fortuito de una muerte

cayendo sobre el mundo en forma de soneto,

tu voz junto al aguacero, cara a cara,

una compasión tan antigua como el miedo

y la ternura.

 

Las luces iban extinguiéndose

conforme la gente se marchaba.

Ibas quedándote a oscuras,

hablando de las moscas.

 

Tu recuerdo insistía en matarme por la espalda.

 

Yo iba quedándome así,

absolutamente solo.

Era tu voz el aguacero

y mi cuerpo una bengala.

(Adamar, 2020)

 

 

 

 

 

MAYO 26

 

Uno

podría ser

(sin mayores preocupaciones)

ese abejón

que insiste en golpearse

una y otra vez

en la misma lámpara,

de la misma calle,      

con la misma fuerza.

 

(Entropías, 2018)

 

 

 

 

Byron Ramírez nace en San José, Costa Rica, en 1997. Cursa la licenciatura de Filología española en la Universidad de Costa Rica, donde también realizó estudios en Filosofía. Se ha desempeñado como editor literario y articulista para instituciones como Editorial Estudiantil UCR, Revista y editorial Liberoamérica, CulturaCR.net y Nueva York Poetry Press. Ha participado en diversos festivales de poesía como el XVI y el XVII Festival Internacional de Poesía de Costa Rica, el Festival Nacional de poesía en Turrialba, Costa Rica 2019 y el Festival de poesía de Fredonia, Colombia 2020. En el 2017 fue ganador del Certamen de Poesía joven organizado por la embajada de Estados Unidos en Costa Rica y finalista en el Certamen Emilio Prados, en España. En el 2018 obtuvo el primer lugar en el Certamen Nacional de Poesía Joven (Brunca) organizado por la Universidad Nacional de Costa Rica (UNA) en la rama de poesía, con su libro Principio de Incertidumbre. Ha publicado Entropías (2018) con la editorial Nueva York Poetry Press en Estados Unidos y Adamar (2020), con la editorial Poiesis en Costa Rica. Gran cantidad de sus poemas han sido publicado en diversas revistas alrededor del mundo. Fue coordinador y editor general de la Antología Nueva Poesía Costarricense (2020).