Revista Anestesia

𝙴𝚕 𝚍𝚘𝚕𝚘𝚛 𝚜𝚎 𝚚𝚞𝚒𝚝𝚊 𝚌𝚘𝚗 𝚕𝚎𝚝𝚛𝚊𝚜

Chomsky y la manipulación mediática.

Por Herles Velasco

 Abril 2021
 
 

 

“Armas silenciosas para guerras tranquilas” es un título provocador. En este libro, Chomsky elabora una especie de decálogo de la manipulación  mediática. Una visión interesante de cómo los medios masivos pasan de ser una herramienta para entender mejor nuestra actualidad, a un recurso menos noble, de aquellos que tienen poder. Cito a Chomsky:

  1. La estrategia de la distracción. Consiste en desviar la atención del público de los problemas importantes y de los cambios decididos por las elites políticas y económicas, mediante la técnica del diluvio o inundación de continuas distracciones y de informaciones insignificantes.
  2. Crear problemas y después ofrecer soluciones. Se crea un problema, una “situación” prevista para causar cierta reacción en el público, a fin de que éste sea el demandante de leyes de seguridad y políticas en perjuicio de la libertad.
  3. La estrategia de la gradualidad. Para hacer que se acepte una medida inaceptable, basta aplicarla gradualmente, a cuentagotas, por años consecutivos. Estado mínimo, privatizaciones, precariedad, flexibilidad, desempleo en masa, salarios que ya no aseguran ingresos decentes. Cambios que hubieran provocado una revolución si hubiesen sido aplicadas de una sola vez.
  4. La estrategia de diferir. Otra manera de hacer aceptar una decisión impopular es la de presentarla como “dolorosa y necesaria”, obteniendo la aceptación pública, en el momento, para una aplicación futura. Es más fácil aceptar un sacrificio futuro que un sacrificio inmediato.
  5. Dirigirse al público como criaturas de poca edad. La mayoría de la publicidad dirigida al público utiliza discurso, argumentos, personajes y entonación particularmente infantiles, muchas veces próximos a la debilidad.
  6. Utilizar el aspecto emocional mucho más que la reflexión. La utilización del registro emocional permite abrir la puerta de acceso al inconsciente para implantar o injertar ideas, deseos, miedos y temores, compulsiones, o inducir comportamientos.
  7. Mantener al público en la ignorancia y la mediocridad. La calidad de la educación dada a las clases sociales inferiores debe ser la más pobre y mediocre posible, de forma que la distancia de la ignorancia que planea entre las clases inferiores y las clases sociales superiores sea y permanezca imposibles de alcanzar para las primeras.
  8. Estimular al público a ser complaciente con la mediocridad. Promover al público a creer que es moda el hecho de ser estúpido, vulgar e inculto.
  9. Reforzar la autoculpabilidad. Hacer creer al individuo que es solamente él el culpable por su propia desgracia, por causa de la insuficiencia de su inteligencia, de sus capacidades, o de sus esfuerzos. Así, en lugar de rebelarse contra el sistema económico, el individuo se auto desvalida y se culpa.
    10. Conocer a los individuos mejor de lo que ellos mismos se conocen.
    En el transcurso de los últimos 50 años, los avances acelerados de la ciencia han generado una creciente brecha entre los conocimientos del público y aquellos poseídos y utilizados por las elites dominantes.

            Seguramente usted, como yo, pudo relacionar más de un punto señalado por Chomsky con la actualidad mexicana, situaciones que en algunos casos podrían achacarse a la inercia que siguen algunos poderosos en la vorágine de la modernidad, en otros casos está implícita, sin duda, la plena conciencia de sus acciones.

 

 

 

herles@escueladeescritoresdemexico.com