Revista Anestesia

𝙴𝚕 𝚍𝚘𝚕𝚘𝚛 𝚜𝚎 𝚚𝚞𝚒𝚝𝚊 𝚌𝚘𝚗 𝚕𝚎𝚝𝚛𝚊𝚜

Carolina Alvarado / Festival Internacional de Poesía por el Agua

Autora: Carolina Alvarado

Diciembre 2023

 

Continuación y variante

 

I

Soy un poema que habita el oceano,

soy el oceano: su bastedad.

La langosta, la sardina, los calamares,

bañados en salsa de coco,

todo en tu mesa.

 

Con peces se construyen islas,

se lenvantan imperios, con peces.

 

En mí, el mito de las sirenas y sus cantos,

la evolución del mono acuático;

tritones que gobiernan la oscuridad.

Ulises amarrado al mastín,

o, baradas en la playa,

las piernas de una mujer con cabeza de pez,

Magritte u Homero, Homero o Magritte.

En mí, todos los sueños.

 

En mi nombre, la flota inglesa,

los vikingos, el oro azteca.

En mis archipiélagos, San Juan de Ulua,

el fuerte, prisión de Juaréz,

la inversión de los Católicos, reyes.

Soy el mar de las historias.

 

II

El fin del mundo, en el horizonte,

las esquinas, sí, los bordes de la tierra plana,

donde todo concluye.

¿Concluye o concluía?

Existía, entonces, la palabra fin,

el mundo nos parecía finito

y nos daba por contar estrellas y caracolas,

por cuidar el agua, traída del río,

bajo las sombras del sudor.

Temíamos a Dios, al hambre, a la escaces,

sabíamos de costos, camellos y leguas.

 

Eramos, antes de la redondez de la tierra,

de la ingenieria y la industria,

antes de tomar la mano de Descartes,

antes, siempre antes, de aventurarnos

a seguir los pasos de Julio Verne,

eramos otros.

Hoy, el infinito y su símbolo se recuestan en la playa.

Ah, la muerte, te dices, Tutankamón, la serpiente,

Buda, el Tibeth, todo es uno indivisible,

todo es un todo, todo, nada, el vacío.

Infinito. Así, justo así, te piensas,

piensas en el mundo como eso,

infinitos los peces, el agua, los árboles,

infinitos los recursos.

 

Antes que tú, que tu madre, que tu abuela,

antes, ¿fue algo infinito?

Tampoco lo es el tatuaje de tu mano.

 

El círculo te lleva a pensar en los cíclos,

los cíclos en los procesos,

el principio en el final,

sí, pero para ti, es un final que todo reinicia,

donde todo comienza de nuevo,

donde los árboles son por arte de magia,

se purifican, con un adakadabra, los manantiales,

se eliminan con el trino de los pájaros los residuos.

 

Así, olvidas los bordes, y dejas de temer a Dios.

 

 

 

 

 

La mar
 
He visto el nacimiento de un pájaro,
el brote de un tallo en el aprisco.
He contemplado los capullos de los nardos
y la crisálida de una mariposa,
pero no he visto al mar
nacer
de la profundidad de un abismo.
 
Suelta sus pétalos la magnolia,
el albatros se tuerce el cuello
en un palangre,
encallan en playa
delfines y ballenas,
y cientos de cangrejos mueren
aplastados al salir de la selva.  
Pero,
¿quién ha visto al mar convulsionarse?
 
Morirá la mar,
como los cardos, como la noche;
cuando no queden
conchas, cucarachas de mar,
sirenas o tritones.
 
Mas,
¿a quién se le quebrarán los ojos
cuando la piel se le enjute,
cuando el pulso se le detenga?
¿Quién quedará después del mar?
¿Quién prometerá
hacer de sus lágrimas
un manto acuífero?

 

 

 

 

 

Soy un poema

 

Soy un poema que habita el océano. Mi hogar es el mar Caribe y, siendo yo sonoro, profundo, claro y pulcro, me resguardo, no solo del fulgurante sol y de tiburones, sino de bajas intenciones.  Vivo alerta: podrían encantarme con cantos, dormirme con pociones, enredarme con redes, enlistarme en un barco. Ojalá no, pero ha ocurrido, podrían creerme animal mítico, hacer de mí una estatua, disecarme y exhibirme, llevarme a un zoológico o venderme a un estrafalario jeque que sueña poseer sirenas. Incertidumbre. ¿Sería mejor ser atrapado en un libro? Dependería del autor, de sí es amoroso y libre; obsesivo y borracho; mediocre y artero; cómico y ligero; prepotente, pero talentoso; cariñoso, pero desconfiado. Desasosiego. Soy un poema que habita el océano, dejadme ser.

 

 

CAROLINA ALVARADO es una poeta, documentalista, artista visual, microficcionista y docente trilingüe (español, inglés y francés). Su obra abarca diversas formas creativas, y ha dejado su huella en diferentes campos. Algunos de sus logros incluyen:

Los cuervos habitan estas páginas (2023)
Poemas para la revolución (2019)
Exilio de Sirenas (2012)
Amando un cielo libre (2006)
Los textos de Carolina Alvarado se han destacado en 33 antologías en México, Guatemala, Honduras, Argentina, Perú, Venezuela, Estados Unidos y España. Además, sus obras han sido publicadas en revistas como Círculo de Poesía.

Como directora, ha liderado el cortometraje La edad de los pechos (2022) y ha creado documentales significativos como La vida rota (2008), El clavel rojo (2008) y Las mujeres dicen sí a la ciencia (2014).

Carolina es maestra en Literatura Mexicana Contemporánea por la Universidad Autónoma Metropolitana y licenciada en Creación Literaria por la Universidad Autónoma de la Ciudad de México. Su impacto en el mundo artístico se refleja en su selección como artista para la 23 Bienal de Arte Paiz. 

Esta publicación se realiza bajo  el marco del Festival Internacional Poesía por el Agua 2023, un evento dirigido y fundado por el escritor mexicano Ulises Paniagua, Revista Anestesia es coorganizadora de esta celebración.