Revista Anestesia

𝙴𝚕 𝚍𝚘𝚕𝚘𝚛 𝚜𝚎 𝚚𝚞𝚒𝚝𝚊 𝚌𝚘𝚗 𝚕𝚎𝚝𝚛𝚊𝚜

Balada contra el tiempo

A punto de presentarse el próximo septiembre en México (FERIA NACIONAL DE ESCRITORAS MEXICANAS) y España (FERIA DEL LIBRO DE MADRID) esta apuesta que transgrede el poder del tiempo.
Hoy, que el tiempo se ha vuelto una pesadilla, un laberinto, un abismo, un paréntesis, una forma de locura, me planto a la mitad de la poesía para cantar esta Balada contra el tiempo.
 
He aquí una muestra:
 
Balada contra el tiempo, Ediciones Torremozas, 2021, Madrid
 
Por Ethel Krauze
 
 

8

 

Vamos

la puerta está entreabierta

nuestras manos atentas

el ojo acecha

            el cuerpo tenso

el horizonte un cuervo

el ala negra

la tinta fresca.

 

Ya vendrá el tiempo en que no podamos,

entonces

regaremos la tierra de otros

con las amargas sombras

que habrán de perseguirnos.

 

Vamos,

somos nosotros

en este puro y simple paso

            de la historia.


 

9

 

Vamos

no hay atajo del tiempo,

el tiempo mismo es látigo

y veneno,

laberinto de cuerdas circulares

que sólo llegan a la misma puerta

con su ojo terco de murciélago

sus chirridos de cigarra sorda

a nuestros ruegos.

 

Vamos

no entremos en los surcos de la espera

no hay puertas que duren

no hay huecos por donde colarse

no hay cielos

no hay infiernos

            en la punta del planeta.

 

Vamos

la cita es nuestra.

 

 

10

 

Vamos a refugiarnos en el péndulo

que nunca miente,

en su lenguaje de este lado

y del otro

en un mero parpadeo hipnótico y agudo.

 

No respiremos con los ojos abiertos.

No claudiquemos.

 

Vamos a traspasar el témpano del tiempo

en un paréntesis único

y magnífico.

 

Vamos, que el sí está listo

en nuestra mesa.

 


 

 

11

 

Vamos

que la cordura no ayuda.

Perdamos la cabeza entre las sombras,

digamos nuestros nombres en pleno miedo

a la mitad de un resplandor

            que nos lleve a la deriva

como los buenos viajes,

aquellos que descubren territorios

lenguas extrañas

agujeros negros

nidos

lechos

lunas

antárticas

planetas

súbitos párpados abiertos

a la visión de un tiempo irreversible

hermoso

            y desquiciante.


 

 

12

 

Vamos

lancémonos al río

caigamos al despeñadero

desdoblemos la cara del espejo

            donde nos miramos pasar

como si fuera cierto,

que el tiempo tiene otra opinión

y no vendrá a nuestro rescate.

 

Es cosa de subirse al hilo que cuelga de un instante

            al otro,

es cosa de moverse con la mirada al frente

pletórica

y no caer.


 

 

13

 

Vamos

que el tiempo ríe

mientras ensayamos el guion

regamos migajas y ponemos velitas

y pensamos en los deseos de cumpleaños,

en lo sueños venideros y los parabienes

con palmaditas en la espalda,

abrazos entrañables

brindis

oratorias

memorandos

estadísticas para la posteridad,

versos plenos de nostalgia,

banderas ondeantes en el viento de la eternidad.

 

Vamos,

que el tiempo ríe de todo esto.