Revista Anestesia

𝙴𝚕 𝚍𝚘𝚕𝚘𝚛 𝚜𝚎 𝚚𝚞𝚒𝚝𝚊 𝚌𝚘𝚗 𝚕𝚎𝚝𝚛𝚊𝚜

Ana Bertha Bardales / Festival Internacional de Poesía por el Agua.

El rumor del agua: S.O.S.

 por Ana Bertha Bardales S.

Diciembre 2023

 

 

«El agua es la mirada de la tierra, su aparato para contemplar el tiempo» – Paul Claudel

 

 

Me siento honrada de haber sido invitada por Gaby Santamaria Santiago para representar a Revista Anestesia en este evento de gran importancia, y agradezco también al Café Sumeru por brindarnos la oportunidad de estar en este bello espacio para crear conciencia del cuidado del agua. Así que les pido que escuchemos con atención el rumor del agua, ésta nos enseña por su mera existencia a fluir, a crear cauces, a traspasar las barreras, a guiarnos por el corazón de la Vida, a seguir nuestro propio ritmo.

 

La palabra poética nunca se calla ante las problemáticas del mundo. Es ella, precisamente, la que en muchas ocasiones se atreve a confrontarnos con lo positivo y lo negativo o lo difícil de la realidad. Porque la Poesía es contestataria cuando tiene que serlo; nos conduce a lo sublime y a lo humano, a lo trágico y a lo irónico, a la reflexión y a la crítica, de acuerdo a lo que el individuo y la sociedad necesiten ver reflejado de sí mismos. Por eso, en este caso específico, no puede cerrar los ojos ante el problema del agua.

 

Hace algunos años quizás no se podría haber concebido la idea de que los recursos naturales disminuirían a tal grado de que en muchas zonas de la CDMX e incluso en distintos países ni siquiera cuentan con una gota de este bien preciado, tan importante que vale más que el oro; porque sin el agua, la vida simplemente no sería posible.

 

Hoy, la palabra poética nos convoca y nos exhorta a no solo reflexionar sobre el impacto de nuestra omisión o nuestra falta de acciones concretas para salvaguardar este recurso sino a emprender actos precisos que permitan que nosotros y las futuras generaciones gocemos del agua.

 

Nuestro propio cuerpo está formado (en parte) de ella, y le necesita para su supervivencia. Aún estamos a tiempo de cambiar, de educar y de reeducarnos en el uso y cuidado del Agua.

 

Tengamos presente que si bien el planeta está conformado en gran medida por ella, el proceso de desalinización es muy costoso. Si no se desaliniza, no es apta ni para el consumo humano ni para las labores domésticas. Porque el 97% es salada y no es tan fácil solventar el gasto para volverla potable.

 

El 3% es agua dulce, sin embargo, aunque está más disponible para su uso, muchos ríos y lagos están contaminados o incluso han desaparecido. Realmente, no es apta para el consumo humano, ya que de hacerlo, se podrían contraer enfermedades como la diarrea, el cólera o la disentería, entre otras. Por tanto, de ese 3%, únicamente el 1% puede ser convertido en potable al someterle a tratamiento mediante procesos químicos. Y aun cuando hay agua en depósitos subterráneos, estos suelen ser de difícil acceso.

 

Desde que nacemos, estamos conectados con el Todo, con la Naturaleza y con los elementos: fuego, tierra, aire y agua.

 

Con el paso del tiempo vamos olvidando que así como tenemos derecho y acceso principalmente a esta, también tenemos una gran responsabilidad. No podemos seguir despilfarrando el agua ni seguir permitiendo que se vea contaminada por desperdicios industriales o por basura.

 

Justo en este siglo XXI es cuando no podemos continuar evadiendo las situaciones que se están viviendo y la necesidad imperiosa de seguir el lema elegido por las Naciones Unidas: Acelerar el cambio.

 

Pero cómo podemos hacerlo. Primero, visibilizando el hecho de que el crecimiento demográfico va en aumento y de que cada vez se va agotando más el agua potable. Si bien el agua salada del mar puede ser de utilidad en algún  momento, los procesos para la desalinización, es decir, para convertirla en dulce y potable son costosos. En segundo lugar, tenemos que actuar en lo individual y en lo colectivo. No es una problemática que pueda solucionarse con solo el apoyo de un sector de la población. Se trata de actuar en conjunto.

 

Decía Benjamin Franklin que: «Cuando el pozo está seco sabemos el valor del agua».

 

No esperemos hasta ese momento para entender, porque puede ser demasiado tarde. Emprendamos acciones, que por muy pequeñas que parezcan, pueden generar un cambio trascendental, desde nuestra responsabilidad individual y como entes sociales.

 

Recordemos que el agua no solo es un recurso indispensable para la vida vegetal, animal y humana sino el hábitat de muchas especies. Por tanto, es un bien preciado. El agua regula y mantiene el equilibrio del ecosistema. En el caso de los humanos, si no nos hidratamos en 3 o 4 días, nuestro cuerpo se ve afectado y muere. En el caso de las plantas, éstas podrían llegar a la extinción.

 

Recuerdo una película titulada «Rango» que refleja aquello a lo que nos conduciría la escasez del agua y cómo ésta se vería en manos de unos cuantos que determinarían de qué manera se distribuye el agua y a quién.

 

Ya estamos experimentando las consecuencias del calentamiento global, que si bien en algunas partes provoca lluvias torrenciales y el deshielo de glaciares, en otros causa sequías. Si hay escasez de agua, se generan en consecuencia problemas de salud e incluso migratorios.

 

Por tal motivo, el cuidado del agua debe ser asumido por todas y todos, sin importar el país ni la clase social. Para ello también es importante identificar cuál es la huella hídrica que estamos dejando, más allá del agua que bebemos, dado que también la usamos para lavar y cocinar alimentos, para labores domésticas, en la industria y en el sector agrícola.

 

Pequeños pasos nos ayudarán a consumir y administrar el agua con responsabilidad y con conciencia:

 

  1. Mantengamos el grifo cerrado mientras nos lavamos los dientes, nos enjabonamos las manos o enjabonamos los trastes, o al afeitarse.

 

  1. Utilicemos el agua de lluvia reciclada para regar las plantas o el agua con la que lavamos la verdura.

 

  1. Recolectemos en cubetas el agua fría de la regadera mientras sale la caliente. O en todo caso, usar el agua fría.

 

  1. Usemos un vaso de enjuague al lavarnos los dientes.

 

  1. De ser posible, instalemos sistemas economizadores de agua para no gastar más de lo debido.

 

  1. Evitemos fugas.

 

  1. Lavemos no solo una prenda sino una carga completa de ropa sucia en la lavadora.

 

  1. No debemos verter en el drenaje ni en el inodoro productos químicos o sustancias como el líquido de frenos, anticongelantes o el aceite comestible, ya que contaminan el agua produciendo enfermedades como la diarrea, el cólera, la disentería (inflamación de intestinos acompañada de diarrea con sangre), entre otras.

 

Por otro lado, les recomiendo visitar el sitio web de la Fundación Aquae.org en donde hallarán una mayor explicación sobre este tema.

 

Y concluyo con versos de mi autoría, que aparecen publicados en Revista Anestesia, en los cuales está presente el agua:

 

 

Presa de la nostalgia

Escrito por Ana Bertha Bardales

 

 

Tu recuerdo vuelve

a calar hondo dentro de mí.

 

Sufro en silencio

con una sonrisa desdibujándose

a cada segundo.

 

Quizá todos somos

rostros marchitos

de seres que mueren por dentro,

gangrenados por el dolor de sus recuerdos.

 

Una vez que perece el alma,

se va desintegrando el cuerpo.

 

El destino es el eterno retorno…

 

Mientras los corazones se APAGAN

y entra en ellos

                      ¿la oscuridad?

¡Sí! ¡La oscuridad!

Toda esperanza está perdida.

Lamentos

            Palpitaciones

                           Vagas certezas

 

C

   a

      i

        g

           o

              en la penumbra

del ser y de la duda.

 

Se está muriendo el alma.

Se está desintegrando el cuerpo.

 

Te busco en el resplandor

y en el espejo de agua clara;

no logro encontrarte

ni en la lágrima

          d  a

        e      d

       r         a   

         r      m

             a

Quiero

         arrancarme

       la

  MEMORIA

porque me está

        haciendo pedazos.

 

Soy alma en pena,

llama ardiente…

 

Momento de REVELACIÓN

 

Soy presa de mi propia prisión:

         Mis pensamientos.

 

 

 

 

Ausente

Escrito por Ana Bertha Bardales

 

 

Con las cosas que sus ojos habían visto

nació de la tierra y del mar

perseguida por la neblina

y por el sabor a sal.

 

Le nombró…

Trató de seguir sus huellas,

pero solo era ella y el silencio

                      ella y la soledad.

 

Hubiera deseado darle

en una caja de cristal

sus olvidos y recuerdos

para que al quebrarse

se revelara su verdad.

Pero no,

eran infinitos desmenuzados…

Soles que se pierden

       en la inmensidad.

 

Llevaba su recuerdo pegado al alma.

Murió entre la tierra y el mar

 

 

 

Dos Poemas de Ana Bertha Bardales

Ana Bertha Bardales
(México). Licenciada en Letras Iberoamericanas (egresada de la Universidad del Claustro de Sor Juana), es escritora, correctora de estilo, lectora en voz alta, poeta y entrevistadora. También es creadora y administradora de Letras a contraluz (la cual pueden hallar en Facebook, Instagram y YouTube), al igual que creadora y tallerista del Relax Literario, un taller de lectura en voz alta y de escritura creativa. Ha realizado entrevistas a distintas personalidades de diversos ámbitos en sus Tertulias Literarias dentro de su página «Letras a contraluz». Ha sido publicada en diversas revistas digitales, como: Revista Anestesia, Gatomadre Magazine (Colectivo Cultural), Aion, Revista Literaria Monolito, Palapronta, Marabunta, Nocturnario y Vómito de Letras, así como en la plataforma para escritores: Donatexter, y en varias Antologías realizadas por el Colectivo Diversidad Literaria (España). En 2022, fue publicada en la Antología «Tinta maldita» con su cuento de terror Luna roja. Ha tenido la oportunidad de reseñar libros clásicos y de autores contemporáneos en su cuenta de Instagram annbeth.reader_writer. A su vez, es conductora de una sección llamada Galaxia Ana

Esta publicación se realiza bajo  el marco del Festival Internacional Poesía por el Agua 2023, un evento dirigido y fundado por el escritor mexicano Ulises Paniagua, Revista Anestesia es coorganizadora de esta celebración.