Alguien me dice que por qué tomar la muerte por constante
Autor: Félix Luis Viera
16 Septiembre 2019
Pero cómo no tomar la muerte por
constante
si cada día muero 24 horas
si cada mujer con su instante que pasa por
mis ojos
no regresa
Pero cómo no tomar la muerte por
constante
si ahí están los que partieron sin gloria ni
desdicha
los que reciben un saquito de palabras
quizá como una dádiva
en el último día de su presencia —que
es como una ausencia—
en esta tierra
¿entonces cómo no tomar la muerte por
constante?
Si mi cabellera se va descabellando
indefectiblemente
si mis pulmones y mi espina dorsal cada
vez necesitan
más recetarios, más tabletas
Cómo no tomarla si las palmas y las man-
darinas siguen
madurando
mientras yo me juego toda la sangre que
tantos
me entregaron
cuando escribo un poema que tal vez sir-
va para nada
Cómo no tomar la muerte por constante
si ahí están
los que verdaderamente marcharon a
morir
porque vivieron
y los que pasaron como un soplo al revés
sobre la tierra
¿entonces cómo no tomar la muerte por
constante?
Si todavía anda por ahí por este mundo
una sombra que persigo como si fuera yo
su humo
su propia sombra
una sombra que se me pierde siempre en-
tre otra sombra
Cómo no tomarla por constante si la
muerte
me acecha en el pavimento mojado, en la
piedra que viaja
desde algún niño risueño
¿Cómo no tomar la muerte por constante
si le temo?
Si temo que me toque y aún nadie haya
ganado la partida
si temo que me toque y aún las fichas sin
mover sobre la mesa
si temo que me toque y aún sin escribir
el poema de la muerte
Cómo no tomarla por constante si a ve-
ces la siento
partir en dos la noche como si fuera una
naranja
Si a veces la he visto criticándome,
capciosamente, los poemas, confundiéndome
¿Cómo no tomar la muerte por constante
si la vida
le va creciendo en todas direcciones?
¿Cómo no tomarla por constante si me
juego mi vida para vivir mi muerte?
Entonces si sé que la muerte viene pu-
riéndose esplendorosamente
de la vida
si sé que la vida retoña como un trueno
desde la semilla de la muerte
¿Entonces cómo no tomar la muerte por
constante?
¿Entonces cómo no tomar la vida por
constante?
Noviembre de 1980