Marzo 2024

Autor: Joel Gustavo Rodríguez

 

LOS AMANTES A LA ORILLA DEL CAMINO

Alta exposición en el nido roedor de la ciudad

nuestro amor surge en el beso pestilente de la cañería

donde nadie mira los caídos astros de dos seres desdibujados

en las sombras de una sociedad ciega e hipócrita

la dejadez de nuestras almas llevan el peso contrapeso

de una derrota destinada a todas las glorias

somos los ceros de los números pudientes

los retardados en los oficios bien vistos

somos la escoria envuelta en el mosquerío inevitable

en la putrefacción de los hogares con sus regazos rotos

a puerta cerrada y nos amamos en nuestras pequeñeces

compartimos un pan roído y el frio generoso de la intemperie

y nos amamos sin compromiso filial estamos juntos por una convicción

amor de pulgas y de callejeros perros en la monada de la jauría

 haciendo ladrar a la luna con sus dormilones ojos de la noche

en la comezón de un prieto y mugriento cuerpo

lleno de llagas y malos olores

con mordiscos a los senos del regazo de la hembra brava

que sabe amar sobre el piso y las piedras

nosotros no hablamos de Dios porque el invita la mala copa,

la de la jornada sin mayor beneficio que haber sobrevivido

a la prosapia al ADN, a la convencional herencia de monigotes sin chiste

con Dios borracho lleno de larvas bebemos hasta el último trago

del barato licor al que nos alcanzó con las dadivas de nuestro trabajo

de pepenador no hay para saciar el hambre

solo para atontar la conciencia

somos los amantes a la orilla del camino del olvido.

mientras delante de nosotros mismos, nos amamos.

 

 

 

SUEÑO COTIDIANO

Llego de un día de trabajo en la gran fabrica,

de tanto poner los mensajes en las botellas,

llego y te encuentro besándome apasionadamente,

sigiloso entro, mientras te miro y pienso

que no lo hago tan mal, estas risueña,

sacó una cerveza del refrigerador,

cuando me miras besándote y bebiendo la cerveza

 me dices otra vez tú y tus cosas, terminas de planchar

y pones la mesa, cenamos en silencio,

mientras delante de nosotros mismos, nos amamos.