Revista Anestesia

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Entrevista al poeta Álvaro Luquín

PANOPTICO

Entrevista al poeta Álvaro Luquín

Por Gabriela Santamaria Santiago

Desde la Ciudad de México, Anestesia entrevista al joven poeta Álvaro Luquín, quien nos habla de sí, de sus obras, de su lenguaje, de sus poetas prefeidos, de su afición a los vídeojuegos, desde Guadalajara, Jalisco, su ciudad de residencia. Es muy interesante la idea de Luquìn, sobre la creatividad  casi literaria de los videojuegos, y la relación que puede haber entre dichos videojuegos y la literatura.

  1. -¿Quién es Álvaro Luquín y cómo te defines como poeta?

“Me defino una persona subterránea, en constante mutación afectiva, emocional, [soy] aburrido, monótono, quizá apasionado y muy intenso, más que nada con una intensidad que a veces es quizá molesta para los demás o que me impide llevar relaciones cotidianas muy comunes. Y como poeta no tengo una definición, me voy precisando por los estados emocionales a través de los cuales una obra va proyectándose. […]”

  1. -¿Cómo nace tu inquietud por la literatura, en especial por la poesía?

“No tengo idea de cómo nace, [éstas] son cosas que de pronto llegan y no te diste cuenta, si nunca estuvieron o siempre estuvieron o en qué momento llegaron, creo que más que nada [escribo] para expresar mis estados ciclo-químicos, mis estados totalmente desequilibrados y cambiantes, para darle forma a algo que quería expresar o no, pero que termino expresando. Desde chico me ha gustado la lectura, el cine, la música, el arte, entonces creo que inconscientemente la palabra nos elige, más que nosotros elegirla”.

3.-¿Cómo fue tu infancia y tu primer acercamiento a la poesía?

“Mi infancia fue relativamente tradicional, tengo una hermana, me llevaba bien con mis padres, me iba de vacaciones, no hubo nada de traumas y que quisiera escribir de ello, realmente mi infancia fue sin espectacularidades, ni oscuridades necesarias o innecesarias. Y mi acercamiento a la poesía fue por medio de libros que tenía de la escuela, los que nos habían pedido: una antología de poesía mexicana, [y] la sonoridad [de las palabras] me comenzó a llevar por espacios diferentes y realmente leía mucha más narrativa que poesía. La poesía vino después, fuera de la infancia. A los 18 años empecé a leer a los franceses, a los poetas malditos, a los simbolistas, a Baudelaire, a Verlaine, a Lautréamont. Ellos me fueron acercando a determinados estados de acción poética, después vinieron los que te van nutriendo a lo largo del camino que uno transita por medio de la creación”.

4.-¿Te gusta escribir en silencio, con música, o cómo escribes?

“No tengo preferencias. Me gusta mucho escribir en lugares públicos, el hecho de estar viendo movimiento: gente, autos, sonidos de la ciudad, la energía de que hay alguien ahí, la amenaza constante de los cuerpos en movimiento a tu alrededor, las historias que te vas creando por  conversaciones que escuchas de otras mesas o transeúntes, cosas así me nutren mucho al escribir. […] Casi siempre me voy a lugares públicos a escribir. Pero cuando corrijo un texto o algo más metódico, lo hago en mi casa”.

5.-¿Crees que los millennials no leen?

“Yo soy millennial, porque se supone que [son los nacidos ] en los 80, yo soy de 1984, y creo que no solamente [ellos], sino que muy poca gente lee poesía, obviamente [los hay] que leen mucha poesía, y que casi siempre coinciden con los que escriben. Se me hace difícil pensar que haya millennials que lean poesía y no la escriban. Creo que los millennials que leemos, también escribimos”.

6.- ¿Cómo inducirías a los jóvenes a la poesía?

“Una manera, quizá, sería ampliándoles sus nociones sobre la poesía, que piensan es siempre romántica, o que se escribe forzosamente con rimas, que sólo existe Amado Nervo; mostrarles más tipos de poéticas, más actuales y afines a sus inquietudes. Y quizá pudieran decir: ‘¡Híjole! No sabía que así se podía escribir poesía, o que la poesía pudiera hablar con palabras llanas o hasta altisonantes. Ampliarles el panorama y sacarlos de la idea de que la poesía es sentimental siempre, quizás esa es una de las maneras”.

7.- ¿Para ti cuál es el desafió de la poesía en este mundo globalizado?

“El desafío es seguir escribiendo, porque estás contracorriente en todo, el mundo está en contra si escribes poesía, […] la poesía es de las artes que más se sustrae al capitalismo. No se vende, no se compra poesía, no se consume o se consume muy poca. Quizá ahí resida su fuerza para luchar contracorriente, [su capacidad de] desafío.”

8.- Fuiste becado por el FONCA, cuéntanos sobre esta experiencia.

“Fue una experiencia muy fructífera en ambos casos en el 2012 y ahora en el 2018, porque conoces artistas. Sabes lo que se está haciendo en todo México en cuanto a todas las disciplinas: arquitectura, audiovisuales, música, danza, escultura de alternativos, etc. Realmente no puedes estar aislado de las demás manifestaciones artísticas. Pues casi siempre ver una obra musical o de danza te abre caminos en la manera de ver las cosas, cómo piensan los demás de tu disciplina. Para mí era muy importante ver cómo un arquitecto o un bailarín, un escultor, alguien de textiles, ven mi poesía y el mensaje de mi obra. Tus compañeros te hacen ver cosas que tú [no habías visto], por lo concentrado que estás en tu obra. Los tutores son gente de primer nivel en la poesía, te retroalimentan, en su  trabajo te hacen ver de muchas maneras  tus errores o muletillas. Los encuentros que hacen cada tres, cuatro meses donde se reúnen todos los becarios fue lo que más me ha dejado como poeta”.

Tienes un poemario llamado Hubo fiestas ¿qué puedes decirnos de él?

Hubo fiestas parte de los ecos de una relación familiar con mi madre. Son voces que quedaron enterradas, subterráneas en la relación entre ella y yo, son interrogantes y respuestas que siempre me he hecho y que nunca voy a poder plantear a nadie más que a mí mismo, porque ya las respuestas estarían predeterminadas en un sí o no. Entonces el libro es un diálogo con la madre y con la infancia, con la juventud, con la problemática vivida en esos tiempos: emocional, sentimental, afectiva, intelectual. Pero como la madre y el hijo son entidades demasiado indefinidas, entonces no sabes si estos atributos eran de la madre y pasaron al hijo o viceversa. Hay mucha carga autobiográfica perfeccionada, en un poema [el libro] te puede decir cosas que pasaron, otras que no pasaron”.

  1. -Sabemos que tu poesía es peculiar ¿Qué tipo de lenguaje utilizas para transmitir a otros tus poemas?

Casi siempre el lenguaje depende del libro que estoy escribiendo; el del libro Panóptico no es el mismo lenguaje que use en Blanco Sucio, el de Praderas Silenciosas o el de Grandes Distancias. Yo no planeo qué tipo de lenguaje usar, sino que el mismo texto te lo va pidiendo conforme vas escribiendo el poema, casi siempre el lenguaje es inconsciente. A veces estás en la búsqueda de un lenguaje, en mi caso me pongo a escribir sin pensar que voy a decir, escribo y sale un tipo de lenguaje y hay muchísimas coincidencias entre textos, eso quiere decir que ya un proyecto se está formando. Es un diálogo interno, aunque haya varios registros en un mismo libro. En mi primer libro Praderas es un lenguaje más poético, y en el segundo Blanco Sucio ya hay un lenguaje más llano, más cotidiano e irónico, aunque en todos siento  que está como el código que define quién soy, pero siempre es muy cambiante, según los momentos”.

10.- ¿Quiénes son tus poetas favoritos?

“Al principio, mis preferidos fueron los del siglo de oro español. En otro momento, en mi juventud, los simbolistas franceses. Luego, Antonio Gamoneda. Todos siguen siendo mis favoritos, pero son como picos momentáneos. Me gustan los poetas norteamericanos, no puedo dar una lista, sería muy larga. Pero de aquí de México me gustan: Luis Eduardo García, Ángel Ortuño, Daniel Bencomo, Carlos Vicente Castro, Alejandro Tarrab, Rosario Loperena, Alejandro Albarrán, Inti García Santamaría, Paula Bramo, Maricela Guerreo, Ricardo Castillo, Ernesto Lumbreras, Jorge Esquinca, David Huerta, Sisi Mendoza, Luis Vicente de Aguinada y muchos más.

11.- ¿Qué música te gusta escuchar y cuáles son tus cantantes favoritos?

Me gusta escuchar música clásica, jazz, música electrónica, rock. De bandas me gusta escuchar a Joy Division, the Talking Heads, David Bowie, Bob Dylan, New Order, Cerati, The Smiths, The Velvet Underground, The Beatles, Spinetta, Morrissey, etc.

12.- ¿Te gustan los vídeojuegos? ¿Qué relación encuentras entre ellos y la literatura?

Sí. Me gustan. Estoy escribiendo un libro de poesía que parte de los vídeojuegos para abrir zonas de la memoria que, de una u otra manera, tenían que salir, porque desde chico jugaba vídeojuegos y fueron muy importantes para mí. Los vídeojuegos son toda una cultura. Y son una forma posible de hacer literatura. Algunos tienen historias que se pueden asemejar a una buena novela, y hay similitudes [entre literatura y vídeojuegos], se puede hacer un vídeojuego con base en una determinada historia, tomada de una novela.  Muchas novelas que he leído también hablan de vídeojuegos, hay una dialéctica entre ambos.

 

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