Por José Luis Bernal
16 Octubre 2020
Del libro inédito Ansias de epifanía
Tomé tus manos:
gladiolas.
Me hundí en la nigromancia de tus ojos.
No supe nada más,
sino que estuve, entero, en ti;
y que fuiste mi carne y pensamiento
por los siglos de los siglos de un instante.
Sintió la mente un vórtice,
que nos robó hacia lo eterno…
Oh yo no soy Eneas, no soy Pablo de Tarso…
Sin embargo, ahora sé,
ahora comprendo.
Y del místico
aroma del semen,
manaba la Poesía.
Boomerang
José Luis Bernal
(Del libro inédito Ansias de epifanía)
Le pedí a la vida me devolviera
aquel amor,
anhelado en mi niñez.
Me devolvió unos versos
en azul marino.
Unos versos solitarios,
unos versos a veces duros,
otras veces muy tersos,
unos versos que hoy caminan
un poco más lento,
unos versos que siguen
componiendo más versos,
que aún
te echan de menos,
como ves.