Marzo 2023
I
Es barato ser poeta
Ortodoncista no tanto
un buen soneto cabe en servilletas
también en la cartera bien envuelto
y dura bastante si lo cuidas del agua
Pero esos días
cuando la cama nos apretaba
con tres tallas menos
y el miedo tarántula de un sueldo
se asomaba en la ventana
para no dejarnos dormir
Vinieron de visita
trecemilquinientos problemas
con dos ultrasonidos
y yo ni un cajón para sentarlos
y tú sin prestar el asiento
nos llevaste a todos al jardín
Cada quien para su casa
Dijiste
Olvidamos el tema
el escándalo que casi me mata
el sonido de llanta
por donde ni siquiera te asomaste
y sigo creyendo
que para ser poeta sí alcanzaba
II
¿Quién de los dos morirá primero?
No quiero lavar mi traje
tirar cenizas al mar ya no es bien visto
No quiero pedir que te cuiden
menos a un Dios
que ni él se cuida solo
Ni siquiera tengo buena letra
para escribir en carteles
O zapatos para misa
No quiero sentirme culpable
ni buscarlo ni buscarte
Que caigan bombas en el mundo
Que otros busquen cabezas perdidas
Que ningún poema sea salvado
Pero
Déjame morir primero
III
Aquí falto escribir tu nombre
El río va descalzo por tu cuerpo
Cáscara de estrella lágrima de viento
Eres del sabor de lo lejano
Hacía dónde voy sin tu camino
Busco las migajas que me lleven a tu noche
Rompo la marea del sueño hasta mirarte
De qué me sirve el cuerpo si no lo ahogas
de qué la mano sin tu cascada
Eres la playa dónde me espumo
el coral dónde me baño de tus ojos
Música sin fin de la turqueza
me aguamarina tu cabello
Cuál es el misterio que te envuelve
Desde que te conozco soy más anfibio
Crece la sed porque te tengo
mujer como palabra
en la punta de la lengua
Plástico verde en forma de lagarto
Estás a unos pasos de mi
Resignado al olvido sonriendo
mentirosamente lleno de mundo
y vida perdida
Tenemos mucho por hablar
Los dos caímos de quién sabe qué bolsillo
Mutilados
A tí
Te falta una garra despintada
A mí
El cascarón de una mejilla
No importa si Madre o Niño nos olvidan
Ya fuimos arrancados antes
Volteamos a mirarnos de reojo
Tirados a la intemperie
lomo requemado
cerca del arrollamiento
Escuchando la oración del otro
Que no somos creadores
ni pertenecemos a la vida
tampoco seremos encontramos
Aunque quisiéramos una mano abierta
no podemos pagar otra cosa
que una cápsula de angustia
Tragarla para que raspe
Sabiendo que el verdadero dolor
es una costra que no arrancamos
Luis Ernesto Pérez– CDMX . Dedicado a la creación artística multidisciplinaria. Su obra se desarrolla principalmente en materia literaria, visual y escénica. Ha publicado en revistas nacionales e internacionales como: Revista Timonel del Instituto Sinaloense de Cultura, Granuja y Small Blue Library; también ha participado en las antologías: Escrituras Diarias del Instituto Veracruzano de Cultura y Tras la Cortina de Editorial Kametza. Es autor del poemario Ya no somos niños para seguir jugando escondidillas.