Autor: Armando Alanís
Mayo 2022
Escapista
No lo derrotaron baúles, cadenas ni cerrojos, sino los delicados brazos de una mujer.
Monjes
Convertido el convento en museo, un monje invisible ora en cada celda.
Ruego
–Déjenme solo –les rogó, pero no se fueron.
Esa cabeza era su casa.
Desaparecidos
Todos han desparecido, madre… ¿Madre?
Gato
No era de trapo, ni hidráulico ni metafísico. Era, simplemente, un gato.
Ojos
De noche, la pantera es toda ojos y está libre. Amanece siempre en su jaula.
Perros
Había tantos perros en el parque, que los niños empezaron a ladrar.
H de hotel
La h de ese hotel no era muda: gemía cada siete minutos.
Vanidosa
Después de probarse todos sus vestidos, salió desnuda a la calle.
Quisquilloso
Se acuesta con la cocinera, pero enfurece si descubre uno de sus pelos en la sopa.
Gemelos
Uno de los gemelos escribía cuentos eróticos; el otro estaba muy ocupado viviéndolos.
Pescador
Solo en la barca, el filósofo pesca ideas.
Capitán
Nostálgico, el viejo capitán llora lágrimas de mar.
Metro
Ataúd con ruedas.
Tiempos modernos
El tren bala sustituye la melancolía por la velocidad.
Gurú
Era un gurú que meditaba más con el turbante que con la cabeza.
Pleitos conyugales
Los abuelos se peleaban tanto que el nieto decidió separar las urnas.
Leñador
Era de oficio leñador: cortaba cabezas.
Viejo general
En el asilo, el viejo general da órdenes a soldados imaginarios.
Incauto
El cuento exigía la participación del lector. Confiado, entró y ya no pudo salir.
Un caso muy triste
Era exhibicionista. Pero también era invisible.
Una noche de tormenta
La dama blanca y el rey negro treparon al caballo y huyeron del tablero.