
No supe abrir la puerta
Autora: Rocío García Rey
Marzo 2025
No supe abrir la puerta
para salir de los ocasos
laberintos enjutos en los
que pereció Ariadna,
fueron mi máxima proclamación,
laberintos que creí
se habían pintado con la revolución
de las estrellas.
flamante destello nunca vi,
flamante texto nunca leí.
Ni siquiera a la hora de la sombra.
Acuchillada la luz,
sólo supe aplaudir a las tinieblas.
refugiarme en lo que creí
era el pergamino de la historia.
No me atreví a discutir con el páramo:
Sollozo mudo, acaso heredado de Hécuba
o de Filis.
Sollozo mudo…
Incólume me sumergí
en las sangrientas olas
De ese mi caudal y laberinto.
No conocí mi reflejado
Mito: Voz … silencio …
torpe texto no tecleado
en las horas de la aurora.
De ese mi caudal y fría túnica
sólo me despojé
cuando arribó Penélope
en mortaja dispensada por los héroes.
Fui su única deuda,
Su única heredera del desastre;
Aun así, no aprendí a hilar
colosales telares.
No quise aguardar la salida
del padre sol,
tanta prisión nombrada … heredada.
La única deuda decidió
parpadear por última vez
cuando supe que la tumba de Penélope
sería mi eterno laberinto.
***
Abetos
En el invierno, invento cálidos abetos,
me dispongo a claudicar en medio de su tumba.
Hay un sueño desdoblado en un invierno que cruza
el océano de los duelos.
Mis lágrimas las lanzó a los abandonados muros
de aquella la que fue su casa, su morada.
Mi padre floreció en una casa con tabiques de historia
puso la loza con lluvia de Oaxaca.
Mi madre no tejió ni bordó las luces
de su cuerpo.
Desteñidas niñas danzábamos en el cuarto
de olvidadas perlas.
Mis lágrimas las lanzo a las paredes
y también con ellas riego la memoria de la sangre.
Brotan palabras insurrectas que se lamentan
por la ausencia.
II
En el invierno hubo cálidos abetos
inventados por mi padre
las esferas estallan ante la cuidadora
de la lluvia.
Mi madre tejía el destierro de todas las mujeres,
aunque ella creía tejer la pulcritud de las rocas.
Hay abetos que murieron de noche
cuando las piras naufragaron
en la palabra anonimato.